Romeo Vásquez envía carta a las FFAA y hace llamado a antiguos compañeros

Romeo Vásquez Velásquez, exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, publicó este domingo una carta abierta en la que critica al gobierno y hace un llamado a sus antiguos compañeros de armas.

El documento, compartido por medio de redes sociales, acusa al Partido Libertad y Refundación (Libre) de recurrir al miedo como herramienta política y de utilizar a las instituciones de seguridad para acorralar a quienes participaron en los hechos de 2009, cuando se ejecutó el golpe de Estado.

En su mensaje, Vásquez sostiene que dentro de la actual estructura militar aún permanecen algunos de los oficiales que participaron en las operaciones tácticas de ese año. Asegura que el gobierno guarda silencio al respecto porque “todavía los necesita”, pero advierte que eventualmente serán descartados y traicionados.

“Esto no tiene nada que ver con justicia. Es una estrategia de venganza”, afirma el exjerarca, quien también señala que la acusación en su contra busca silenciar a quienes defienden la Constitución.

Además, se refiere a las Fuerzas Armadas como el “último bastión de dignidad” del país, e insta a sus miembros a mantenerse fieles a la patria y no a los intereses de partidos políticos. “No es delito defender la patria. Lo que sí lo es, es quedarse en silencio mientras se atropella la verdad”, expresó.

La carta también contiene reproches hacia la Policía Nacional, a la que acusa de actuar al servicio del poder en turno y de ejecutar órdenes injustas contra miembros de la institución castrense.

Estas declaraciones llegan el mismo día en que la ministra de Defensa y candidata presidencial por el partido Libre, Rixi Moncada, solicitó públicamente la captura inmediata de Vásquez, a quien calificó como “criminal prófugo de la justicia”.

Sobre el exjefe militar pesa una orden de captura por delitos relacionados con la represión durante las protestas posteriores al golpe de Estado, entre ellos el asesinato de Isy Obed Murillo.

La recompensa por información que conduzca a su arresto fue elevada recientemente a 3.5 millones de lempiras, lo que lo convierte en uno de los más buscados del país.