Lesby y Angie estarán en los corazones de todo el pueblo

Pobladores de aldeas Salamá y El Barro en Tocoa se despidieron de Lesby López y la niña Angie Cortés, ultimadas durante un cumpleaños

Fiesta de 15 años que terminó en tragedia.

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Tocoa, Colón.

Con cánticos cristianos y bajo una pertinaz lluvia fueron sepultados a las 4:00 pm de ayer los restos de Lesby Jazmín López Henríquez (de 22 años) en el cementerio general de la aldea Salamá, Tocoa, Colón.

Casi a la misma hora también le dieron el último adiós a Angie Cortés (de 13) en la comunidad El Barro, del mismo sector.

Ambas murieron la noche del sábado durante la celebración de una fiesta de 15 años en su comunidad. Mientras ambas bailaban el vals, un hombre disparó un arma y las balas impactaron en sus cuerpos. Se conoce como móvil que el dueño del local disparó por problemas de pago del alquiler. El sospechoso fue detenido junto a su hijo.

Los pobladores de Salamá, al igual que los familiares de las víctimas, están consternados por lo sucedido y entre lágrimas se preguntan cómo dos jóvenes llenas de vida pudieron ser asesinadas.

Dolor

“Lesby era buena muchacha, honesta y honrada. Tienen que hacer justicia”, manifestó una vecina del sector. Lesby López deja una niña 4 años que había procreado con su pareja. Se graduó hace pocos años en el instituto San Antonio de Padua de la localidad y sus maestros y excompañeros la recuerdan como una joven aplicada en sus estudios, ya que soñaba con salir adelante.

Pobladores de aldeas Salamá y El Barro en Tocoa se despidieron de Lesby López y la niña Angie Cortés, ultimadas durante un cumpleaños

“Es una pérdida irreparable, ella dejó un buen legado en la institución educativa. Fue una niña muy excelente. Tenemos una comunidad en luto, dolor y consternación”, expresó Marvin Rosales, director del instituto San Antonio de Padua.

Mientras tanto, en la iglesia de aldea El Barro, familiares, amigos y vecinos de la comunidad se despidieron de la niña Angie Cortés. Su padre recuerda que la familia que celebraba el cumpleaños llegó hasta su casa a pedírsela prestada para que saliera como damita en la fiesta.

“No es fácil, pero Dios nos da la fuerza y la comunidad se ha portado a la altura. Ella soñaba con estudiar y salir adelante. Era callada y bien portada”, recordó.Angie Cortés estaba estudiando primero de ciclo en el instituto José Cecilio del Valle de la aldea. Era la cuarta de siete hijos que procrearon sus padres.

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