El desgarrador relato de la esposa de abogado que murió huyendo de la extorsión

Javier Bonilla era un abogado muy reconocido en El Progreso. Murió en el desierto de México con Estados Unidos luego de salir huyendo de las extorsiones en Honduras.

La esposa de Javier contó desde Nueva York, en donde está pidiendo asilo político, que el 12 de junio una banda criminal les mandó una nota extorsiva en la que les solicitaban 200 mil lempiras y les daban un plazo de 48 horas para hacerlo efectivo.

Foto del local de La Birriada, negocio ubicado en el residencial Las Acasias y que con mucho sacrificio los esposos fundaron en febrero, pero debido a las extorsiones tuvieron que cerrar en abril.

“Nos comenzaron a llamar y nos decían que conocían en bufete en donde trabajábamos los dos”, dijo la también abogada.

”En la última llamada le dijeron a mi esposo que se pusiera a pensar en mi hijo que solo tiene cinco años. Le dijeron a la escuela que iba y fue ahí en donde se salieron y buscaron para otra ciudad”, continuó el relato.

Como pudo, Javier mandó a su hijo a Estados Unidos. “Mi hijo nació en Estados Unidos por eso es ciudadano”, declaró la esposa de Javier.

”La embajada nos ayudó en vista que teníamos problemas para sacar del país a mi hijo”, apuntó.

Javier intentó sacar su visa pero en la desesperación decidió irse mojado.

”Una persona nos engañó, perdimos comunicación con él el 13 de junio. Su último mensaje fue: te amo, pronto estaremos juntos”, acotó.

La esposa de Javier contactó a varias autoridades. El lunes 1 de junio le pasaron el número de una persona que le dijo que había un cuerpo desconocido y le dieron la noticia que canmbiaría su vida.

“Me dijo como andaba vestido... dijo que andaba una cadenita de Rotaract, en donde él fue presidente”, recordó.

Javier tenía 30 horas de haber muerto. “Nos dijeron que lo dejaron abandonado y por eso mi esposo falleció. Él nps salvó a nosotros, pero no se pudo salvar él”, apuntó.

Javier Bonilla se greduó como abogado en el 2020, ejercía su profesión junto con su esposa en un bufete de El Progreso. Con la pandemia empezó a vender comida para sacar adelante a su hijo que ahora tiene 5 años. Ese año se contagió de Covid cuando iba a poner su restaurante, luego se enfermó de los pulmones en su segundo intento, después tuvo un accidente en su tercer intento y fue hasta febrero de este año que pudo ponerlo. Dos meses después llegó el mensaje extorsivo que desencadenó la tragedia.