En su cuarto intento Javier puso su negocio, en dos meses la extorsión se lo cerró

Desde contagio de Covid hasta quimioterapias, Javier Bonilla luchó contra todo por su negocio el cual cerró a dos meses de inaugurarlo por las extorsiones

Javier Bonilla murió en el desierto en su intento por reunirse con su esposa y su hijo en Estados Unidos y huyendo de las extorsiones que lo obligaron a renunciar a todo en Honduras.

Luego de conocerse de su trágica muerte, los detalles que han salido a la luz han sido igual de difíciles que el poder asimilar su deceso.

Javier intentó una y otra vez poner en un negocio de comida y cuando por fin lo logró, las extorsiones en El Progreso lo obligaron a cerrarlo cuando apenas tenía dos meses de haberlo inagurado.

Javier Bonilla era un abogado que trabajaba en un bufete de El Progreso junto con su esposa y colega Stephanie Saravia.

En el 2020 siendo presidente del Club Rotaract de El Progreso se le vio regalando comida y víveres a las personas menos desprotegidas.

De forma paralela, comenzó a vender comida en su casa ubicada en la residencial El Progreso junto con su esposa. Ya tenía a su hijo que ahora tiene cinco años y era la inspiración de la joven pareja.

La meta de Javier y su esposa era poner un restaurante, pero a los días de comenzar a vender se contagio de Covid-19 y se puso bien grave. Ese fue su primer intento fallido, según su esposa.

Javier estuvo muy delicado con el Covid y se le dañaron los pulmones.

En su segundo intento fallido, Javier salió con problemas en sus pulmones y se sometió a quimioterapias y por fortuna para él, logró salir bien y superar su problema de salud.

Cuando por fin lo iba a lograr, según reveló su esposa, tuvieron un accidente en su carro y aunque se salvaron de miligro, tuvieron que gastar mucho dinero,

En febrero del 2024 su emprendimiento se convirtió en la sensación de El Progreso. La Birriada se convirtó en el lugar favorito de muchos.

El 12 de abril una nota extorsiva llegó a las puertas de la birriada. “Nos dijeron que teníamos 48 hora para pagar 200 mil lempiras”, reveló su esposa desde Nueva York en donde se encuentra pidiendo asilo político.

Javier cerró La Birriada y envió a su hijo a Estados Unidos que es ciudadano americano para reunirse con su madre. La idea era reencontrarse, pero el domingo 30 de junio un cuerpo no identificado fue hallado en el desierto y 30 horas después su esposa lo reconoció por una cadena que andaba con el logo de Rotaract y fue donde se confirmó su trágica muerte.

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