Crudo relato: Carlos Andonie pagaba L120,000 a tres maras

El empresario del transporte fue acribillado por un sicario en San Pedro Sula.

La voz de Daisy María Andonie se entrecorta cuando habla con LA PRENSA Premium sobre la muerte de su padre, el empresario Carlos Andonie, asesinado a balazos por un sicario el 10 de marzo de 2015 en San Pedro Sula.

FOTOS: LA PRENSA PREMIUM

Diez impactos de bala acabaron con la vida de Andonie, quien tenía 69 años de edad. La noticia del sonado crimen en el norte del país estremecía a todo un rubro al que el dirigente ayudó con su voz de lucha e hidalguía durante múltiples protestas en las calles.

Andonie Castellanos era un hombre con visión de país, añoró tener sus unidades y desde joven empezó a conducir un camión mediante el cual vendía refrescos.

Posteriormente compró un taxi y desde Choloma se trasladó hacia San Pedro Sula, donde se enamoró de los buses.

La acongojada hija indicó que el día de la muerte fue un martes, ella estaba en la inauguración de una ferretería donde trabajaba y justo pasó 40 minutos antes en el taller de mecánica previo a ocurrir el crimen. Recién llegaba a casa para almorzar y esperaban a Carlos Andonie con unos tamales de pollo que nunca se pudo comer.

La joven recordó que en 2015 estaba embarazada y fue precisamente su expareja quien le notificó finalmente de la muerte y tuvo que movilizarse a un hospital tras ser sedada luego de escuchar que habían baleado a su progenitor, pero horas después, su expareja le notificó de la muerte cuando estaba en el centro médico.

Escuchó la peor noticia de su vida: “Tu papá está en un mejor lugar, está con papá Dios”. Esto hizo que Daysi reclamara entre el silencio y susurro la injusticia de lo sucedido con su padre, un hombre a quien según ella nadie le regaló nada y que solo defendía lo suyo.

“Mi papá era tan fuerte que aún con los disparos se fue a refugiar cerca de unos buses, lo agarraron cobardemente y lo alcanzaron. Conociéndolo, estoy segura que en ese momento le pidió perdón a Dios y pensó en nosotros”, externó Daisy con voz entrecortada frente al lente de LA PRENSA Premium.

¿Qué le diría a la persona que acabó con la vida de su papá si la tuviese enfrente?, se le preguntó. “Le diría que no tiene idea del daño que causó a tantas familias, que no sabe lo que le robó a Honduras y esperamos que Dios lo perdone porque nosotros ya lo hicimos”, exteriorizó.

Carlos Andonie daba 120,000 lempiras mensuales a tres maras y tenía una chequera específica para el pago de extorsión, la cual no dejaba que nadie más administrara. Mientras estuvo en vida siempre mantuvo lejos a su familia para protegerlos.

Su hija confesó que Andonie Castellanos “estaba cansado” de hablar con las pandillas y pagarles tanto dinero, puesto que también desnivelaba el resto de sus finanzas.

“Meses antes de lo ocurrido estábamos en la terraza, me dijo que había orado y que Dios le había dicho que no iba a durar mas de cinco años, entonces empecé a llorar, pero él después dejó entrever que todo era una broma; sin embargo, creo que fue la manera sutil de avisar porque presentía lo que se venía y de alguna manera nos quería preparar emocionalmente”, dijo Daysi.

Carlos Andonie murió producto del cobro de extorsión que le exigían maras y sería el crimen organizado el responsable directo

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Extorsión
Honduras