Muere Illia Golem, el fisicoculturista más monstruoso del mundo: su increíble dieta

La repentinamente muerte del fisicoculturista más monstruoso del mundo ha causado mucha conmoción.

El reconocido fisicoculturista Illia Golem murió sorpresivamente a los 36 años por causas que todavía se desconocen y la noticia ha generado una gran conmoción en el mundo del culturismo.

El mundo del culturismo vuelve a estar de luto por la repentina muerte de Illia Golem, conocido por todos como ‘The Mutant‘ (El Mutante), que ha fallecido de manera repentina..

Pese a no ser profesional, era una figura muy seguida en las redes sociales por su increíble estado físico, y es que llegó a pesar 165 kilos debido a la gran ingesta de calorías diarias que consumía.

Por el momento se desconocen las causas del fallecimiento, pero algunas de las hipótesis señalan que puede ser otra víctima del synthol, de los anabolizantes o de esa inmensa ingesta de calorías diarias que necesitaba ingerir para alcanzar sus objetivos.

Precisamente el propio Illia Golem aseguraba que su estilo de vida no era saludable.

Apodado también como “el fisicoculturista más monstruoso del mundo” repartía sus hábitos alimentarios en siete comidas diarias, con grandes dosis de carne y sushi.

La dieta del culturista más monstruoso del mundo y mutante anabólico dio la vuelta al mundo: 108 piezas de sushi, 2,5 kilos de filetes... y llegó a inyectarse 50 dosis de insulina al día. Medía 1,85 metros y pesa 160 kilos.

El doctor César Kálazich, especialista en medicina deportiva de la Clínica MEDS, en Chile, aclaró el peligro de tomar el synthol en una entrevista en la BBC: “El Synthol, o también llamado Syntherol, es una mezcla de aceite (85% triglicéridos de cadena mediana o MCT), lidocaína (7,5% anéstésico local) y alcohol benzilo (7,5%) que se inyecta directamente en el músculo. Actúa como un implante, causando un aumento de volumen de inmediato”.

Todas estas prácticas son ya de por si peligrosas para el cuerpo humano. Así lo afirmó César Kálazich: “En la literatura científica se han descrito casos de dolor crónico asociado a la inyección, fibrosis muscular o la formación de un oleoma, que es la encapsulación tumoral del aceite con deformidad del músculo y potencial daño irreversible de éste”, comentó.

En sus redes sociales, Illia Golem decía abiertamente que “se estaba jugando la vida”. “50 unidades de insulina” llegó a inyectarse para poder ingerir las ingentes cantidades de comida de forma muy seguida.

Esta práctica le permitía aumentar de una forma más rápida la masa muscular y la fuerza. Hasta 16.500 calorías llegaba a consumir al día. De ellas un alto porcentaje consistía en proteínas, que si se consumen en exceso “pueden provocar fallo renal y en el hígado”, dicen los expertos.

El checo tenía un canal de YouTube de casi 50.000 suscriptores, donde hablaba abiertamente sobre el uso de esteroides y otras sustancias, como la testosterona.

Sobre la testosterona, Golem afirmó consumir “cantidades extremas”, de 6 gramos semanales, algo de lo que él mismo llegó a bromear: “Si se lo dices a alguien, te dirá que si estás loco, que te quieres matar”.

Este culturista también consumía grandes dosis de la hormona del crecimiento, lo que le ayudó a alcanzar el estatus de «monstruo de la masa» en la comunidad.

Para sustentar e impulsar su crecimiento, mantenía dietas “monstruosas” que llegaron a alcanzar esas 16.500 calorías, y todo ello hacía que se le conociera como The Mutant (el mutante).

Además de su impactante físico, Golem sorprendió al mundo con su capacidad para levantar 272 kilos en el press de banco y 317 kilos en el peso muerto, según la revista Men’s Health.

La muerte del atleta ocurrió el 6 de septiembre, pero recién trascendió en las últimas horas. Golem fue internado y murió dos días después. Aunque las causas exactas de su fallecimiento no se detallaron, se sabía que había dejado la República Checa, su lugar de residencia, para viajar a Miami y cumplir un sueño de infancia.

Este fisicoculturista no quería dedicarse a esta profesión en un principio, sino que se soñaba con ser tenista, hasta que se cruzaron en su camino los que luego se convertirían en sus referentes: Arnold Schwarzenegger o Sylvester Stallone, en quienes se fijó para trabajar en su cuerpo

“Siempre quise que, al pasar, la gente me viera como un monstruo, tan fuerte como mis ídolos de Hollywood”, comentó en una entrevista.

Ahora, sus redes sociales, como sus perfiles en TikTok, se han llenado en sus últimos vídeos de mensajes de condolencias y emotivas despedidas por lo ocurrido.

Mientras se confirman los motivos reales de su muerte, sus seguidores no han dejado pasar la oportunidad de mostrar su dolor por perder a Illia Golem con sólo 36 años. “Otro culturista que muere demasiado pronto” o “Vuela alto” son sólo algunos de los mensajes que se pueden leer en sus más recientes publicaciones.

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