27/04/2024
12:46 PM

Audiencias

Esta semana comienzan las audiencias de descargo contra todo el personal médico y de enfermería que atendió a un desafortunado paciente que falleció en el Hospital “Dr. Mario C. Rivas”. No hubo ninguna investigación seria sobre el caso pero ha resultado fácil señalar a todos los empleados sin importar que se les atropelle tratándolos como indolentes y negligentes, y en eso también se han prestado los medios de comunicación porque sin fundamento han hecho eco de las acusaciones de la Secretaría de Salud.

Por muchos años la salud no ha sido prioridad para los gobiernos de Honduras, tristemente hemos visto decaer el apoyo gubernamental a los hospitales de la red de salud al grado que todos los hospitales, hoy día, están desabastecidos al grado de tener que pedirle a los pacientes que compren las jeringas, los sueros, los medicamentos y hasta los guantes que va a utilizar su médico. Lo único que no había podido agotar la Secretaría de Salud era el gran espíritu humano, de cooperación y profesionalismo de los empleados asistenciales del Hospital, tal vez por eso es que ha decidido señalarlos como los culpables de todos los problemas que surgen y, como inquisidores medievales revestidos de autoridad divina, se quiere quebrantar la voluntad de los empleados acusándolos de las responsabilidades que son únicamente del personal administrativo de la Secretaría, allá en Tegucigalpa.

Hoy día existen protocolos de atención médica que han demostrado científicamente ser unas buenas guías de manejo, por lo que se denomina “medicina basada en evidencia”, pero en Honduras desde hace muchos años no podemos contar con los medicamentos apropiados para determinada enfermedad y los médicos han tenido que adaptarse a la existencia de medicamentos, no los recomendados científicamente, sino con los que hay. Pero en lo que va de los últimos 4 años no se cuenta ni con el material ni medicamentos básicos por lo que se ha recurrido a improvisar y adaptar todo aquello que pareciera que podría funcionar para ayudar al enfermo. Sumado a esto tenemos claro, y así se le ha hecho ver a las autoridades, que la cantidad de pacientes sobrepasó enormemente la capacidad de atención del escaso personal contratado para ese fin. De manera que, como lo expuso un médico, “en pleno siglo XXI cuando en todo el mundo civilizado se trabaja con medicina basada en evidencia, desde hace 10 años, en El Rivas, debemos trabajar con medicina basada en existencia, y en este último año nos vemos obligados a trabajar con medicina basada en la carencia”.

Las audiencias de descargo al personal asistencial del Hospital Rivas es un polvorín que la Secretaría ha encendido sin saber que va a poner en evidencia su responsabilidad en el colapso del sistema nacional de salud. Las únicas culpables son las personas que están sentadas allá en Tegucigalpa y que están queriendo justificar el ensayo del nuevo sistema de salud en Honduras, el cual no va a funcionar simple y llanamente porque va a seguir siendo dirigido por los mismos incapaces y los mismos corruptos.