San Pedro Sula, Honduras.
El desorden financiero y la falta de procesos correctos en las administraciones anteriores quedaron evidenciados en el resumen ejecutivo Proyecto de depuración de las cuentas de la Municipalidad.
El desorden hoy pasa factura a las autoridades que no pueden buscar recursos financieros.
El informe del 13 de julio de 2015 elaborado por Pricewaterhouse Coopers Interamericana fue entregado al Congreso Nacional para su aprobación; de lograrse se procederá a generar estados financieros depurados para luego realizar la auditoría internacional.
Tal como está la situación, si la alcaldía quisiera pedir recursos blandos para obras, no se otorgan porque al no tener auditadas sus finanzas no es elegible a créditos.
La Ley Especial para el Ordenamiento de la Contabilidad y las Finanzas de la Municipalidad de San Pedro Sula está en la cámara legislativa desde junio de 2016 y no ha sido aprobada.
La depuración es una necesidad y según el analista y banquero Lenín Palencia se han realizado importantes avances en materia financiera; pero asegura que no es un asunto de cuatro años porque el desorden es de más de 20.
El documento refleja liquidaciones de cajas chicas que nunca llegaron a contabilidad, cuentas bancarias sin movimientos e inconsistencias en la aplicación de prácticas adecuadas de administración pública, además de la falta de supervisión a la cartera de contribuyentes.
Cajas chicas
Hay cajas chicas que fueron liquidadas, pero esa información nunca llegó al departamento de Contabilidad y hay que ajustar unos 2,311,457.66 por gastos no contabilizados. La falta de control que existía, antes de realizar ese informe, era tal que la Municipalidad ni siquiera sabía cuáles son sus bienes inmuebles, todavía aparecen los parquímetros en la lista y hasta los caballos que ocupó la Policía Municipal en 2004.
Bienes
Cuando se elaboró el informe fue la primera vez que supervisaron físicamente las propiedades de la alcaldía, y, de acuerdo con las conclusiones, se encontraron terrenos que la Municipalidad adquirió entre 2010 y 2013 y no están registrados en la base de datos de Catastro.
Al verificar con Catastro las escrituras de terrenos municipales se comprobó que solo existen fichas técnicas con registro de las propiedades a favor de la Municipalidad. Además, se verificaron escrituras de edificios municipales existentes, de los cuales hay 208 con escritura y 658 sin escritura, siendo un total de 866 propiedades, entre terrenos y edificios. Esos predios y edificios están registrados en los libros contables, pero hay un desfase de esta información con la toma física efectuada por la unidad de Control de Bienes. Asimismo, no hay fecha de adquisición, escrituras, facturas y demás documentación que acredite este valor según el registro contable.
El valor de los bienes municipales es de L4,326,295,902.30, pero de acuerdo con la contabilidad son L1,678.159.495, quedando una diferencia de 2,648,136,407.18 que son prácticamente fondos inexistentes. El desorden es tal que hasta la colonia Vida Nueva aparece como bien municipal.
Cuentas por cobrar
Hay un saldo desde 1999, cuando se aplicó el último ajuste y que refleja unos 12 millones de lempiras de cuentas por cobrar, esto porque se dejó de analizar la cartera de contribuyentes. En lo referente al almacén municipal, se tienen registrados activos por 41 millones de lempiras; pero al efectuar la depuración se comprobó que solo hay dos millones.
Muchos de los equipos se cargaban a las cuentas de esa dependencia; pero cuando se entregaban a las oficinas para su uso no se descargaban de los libros, por lo que aparecen como activos. Son 39 millones de diferencia. También aparecen como bienes municipales los parquímetros a un costo de 1,415,614 lempiras y ya no están en la vía pública.
El desorden financiero y la falta de procesos correctos en las administraciones anteriores quedaron evidenciados en el resumen ejecutivo Proyecto de depuración de las cuentas de la Municipalidad.
El desorden hoy pasa factura a las autoridades que no pueden buscar recursos financieros.
El informe del 13 de julio de 2015 elaborado por Pricewaterhouse Coopers Interamericana fue entregado al Congreso Nacional para su aprobación; de lograrse se procederá a generar estados financieros depurados para luego realizar la auditoría internacional.
Tal como está la situación, si la alcaldía quisiera pedir recursos blandos para obras, no se otorgan porque al no tener auditadas sus finanzas no es elegible a créditos.
La Ley Especial para el Ordenamiento de la Contabilidad y las Finanzas de la Municipalidad de San Pedro Sula está en la cámara legislativa desde junio de 2016 y no ha sido aprobada.
La depuración es una necesidad y según el analista y banquero Lenín Palencia se han realizado importantes avances en materia financiera; pero asegura que no es un asunto de cuatro años porque el desorden es de más de 20.
El documento refleja liquidaciones de cajas chicas que nunca llegaron a contabilidad, cuentas bancarias sin movimientos e inconsistencias en la aplicación de prácticas adecuadas de administración pública, además de la falta de supervisión a la cartera de contribuyentes.
Cajas chicas
Hay cajas chicas que fueron liquidadas, pero esa información nunca llegó al departamento de Contabilidad y hay que ajustar unos 2,311,457.66 por gastos no contabilizados. La falta de control que existía, antes de realizar ese informe, era tal que la Municipalidad ni siquiera sabía cuáles son sus bienes inmuebles, todavía aparecen los parquímetros en la lista y hasta los caballos que ocupó la Policía Municipal en 2004.
Bienes
Cuando se elaboró el informe fue la primera vez que supervisaron físicamente las propiedades de la alcaldía, y, de acuerdo con las conclusiones, se encontraron terrenos que la Municipalidad adquirió entre 2010 y 2013 y no están registrados en la base de datos de Catastro.
Al verificar con Catastro las escrituras de terrenos municipales se comprobó que solo existen fichas técnicas con registro de las propiedades a favor de la Municipalidad. Además, se verificaron escrituras de edificios municipales existentes, de los cuales hay 208 con escritura y 658 sin escritura, siendo un total de 866 propiedades, entre terrenos y edificios. Esos predios y edificios están registrados en los libros contables, pero hay un desfase de esta información con la toma física efectuada por la unidad de Control de Bienes. Asimismo, no hay fecha de adquisición, escrituras, facturas y demás documentación que acredite este valor según el registro contable.
El valor de los bienes municipales es de L4,326,295,902.30, pero de acuerdo con la contabilidad son L1,678.159.495, quedando una diferencia de 2,648,136,407.18 que son prácticamente fondos inexistentes. El desorden es tal que hasta la colonia Vida Nueva aparece como bien municipal.
Cuentas por cobrar
Hay un saldo desde 1999, cuando se aplicó el último ajuste y que refleja unos 12 millones de lempiras de cuentas por cobrar, esto porque se dejó de analizar la cartera de contribuyentes. En lo referente al almacén municipal, se tienen registrados activos por 41 millones de lempiras; pero al efectuar la depuración se comprobó que solo hay dos millones.
Muchos de los equipos se cargaban a las cuentas de esa dependencia; pero cuando se entregaban a las oficinas para su uso no se descargaban de los libros, por lo que aparecen como activos. Son 39 millones de diferencia. También aparecen como bienes municipales los parquímetros a un costo de 1,415,614 lempiras y ya no están en la vía pública.
