Patas sanas, pisadas cómodas. Procurar el bienestar de las extremidades de los perros es parte integral de un buenaseo. Son elementos del aparato locomotor que se encargan de soportar el peso corporal del animal y permiten su desplazamiento.
Conformadas por piel, huesos, tendones, tejido conectivo y vasos sanguíneos, se estructuran por almohadillas digitales, garras, espolones,almohadillascarpianas y almohadillas metacarpianas. Y sin una guía correcta de cuidado tiende a secarse, agrietarse, irritarse o inflamarse y, en su defecto, pueden generar dolor y afectar la propia movilidad.
Entonces, ¿cómo cuidarlas? Primero, haga de la revisión un hábito. Objetos extraños como guijarros, malezas, espinas y pedazos de vidrio pueden atascarse en las patas.
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Trate de revisarlas regularmente, especialmente después de estar al aire libre. Utilice pinzas para eliminar suavemente cualquier residuo. Si llegasen a presentar pequeños cortes o heridas, límpielas con una solución antibacteriana, aplique una crema antibacteriana y luego envuélvalo con una venda ligera.
La limpieza también es un punto esencial. Un paño empapado en agua tibia y un suave masaje pueden ayudar a aflojar la suciedad. Los perros también pueden tener alergias estacionales al polen y los árboles, lo que puede provocar la inflamación de las patas.
Mantenerlas limpias le ayudará a prevenir esto. Ahora, hidratar es un paso no negociable. Si secan demasiado, pueden agrietarse y sangrar. Consulte con su veterinario qué humectantes de uso puede utilizar. Los de uso humano no recomendados sensibilizan las almohadillas.
Las heridas profundas en las patas deben ser revisadas por un veterinario. Estos podrían indicar un problema mayor.
Correr sobre asfalto y otras superficies duras ejerce presión sobre las patas, además pueden sufrir heridas.
Otros consejos que le serán de utilidad:
¿Se lame mucho? Los perros ocasionalmente se lamen las patas como parte del cuidado personal, pero si es intenso y constante, puede apuntar a problemas de salud subyacentes como lesiones y dolor, alergias, dermatitis o ectoparásitos. Pero si se vuelve un hábito compulsivo, la propia saliva podría provocar una infección bacteriana o levaduras.
Uñas: Las uñas muy largas pueden lastimar a su perro e interferir con su caminata. Como punto de guía, no deben tocar el suelo cuando están parados sobre una superficie plana.
Prevención: Para evitar lesiones, revise las áreas en las que su perro suele caminar o jugar, para asegurarse de que estén libres de escombros.
Pelo en las almohadillas: Si a su perro le crece pelo entre las almohadillas, córtelo. Es incómodo y puede hacer que el perro se resbale. Además, podría ser foco de suciedad.
Veterinario: Si la piel entre las almohadillas está roja e inflamada, y él o ella no permiten que usted las toque, debe buscar la ayuda de un veterinario.
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