El covid-19 se mantiene lejos de Guanaja

Las autoridades locales dicen que Guanaja no ha registrado casos de covid-19 desde que comenzó la pandemia en Honduras en marzo de 2020.
Los habitantes del cayo Bonacca han comenzado a llevar una vida normal porque creen que el riesgo de contagio por covid-19 ha desaparecido porque todos están vacunados. Fotos: Yoseph Amaya.

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Guanaja

A través de la angosta calle principal, rotulada en inglés con “Main Street”, la mayoría de guanajeños se desplaza confiadamente (sin la mascarilla que usa el mundo entero) porque creen que el covid-19 es una enfermedad del pasado.

De diez personas que caminan por esta vía, una usa mascarilla. Los cubrebocas son solamente utilizados en estos días por representantes de entidades del Gobierno y de organizaciones que han llegado de tierra firme a apoyar a la comunidad tras el incendio del 2 de octubre.“

Aquí la gente no usa mascarillas, ni regaladas las quiere. Nosotros regalamos aquí en el negocio, pero son pocos los que llevan. Estas mascarillas se las mandó un amigo de La Ceiba a mi papá antes del incendio para que las regaláramos”, dijo Natanael Wood, 21 años.

En la pulpería, Wood y su familia mantienen una caja llena de mascarillas KN95 para que los clientes lleven “las que deseen”; sin embargo, son raros y contados quienes deciden tomar una para uso personal o para llevar a sus hogares.Wood tampoco usa mascarilla. Él se siente seguro porque ya recibió las dos dosis de la vacuna y la “mayoría de la población también”.

Él estima que el riesgo de contagio ha desaparecido, salvo que alguien “de afuera del cayo traiga la enfermedad y afecte a personas que no están vacunadas”.

En la calle principal, donde está la municipalidad, un banco, una cooperativa, pequeñas tiendas de ropa y abarrotes, los dueños de los negocios no usan mascarilla y no están sometidos a las medidas de bioseguridad observadas en las áreas urbanas de tierra firme.

Desde marzo de 2020, cuando oficialmente comenzó la pandemia en Honduras, Islas de la Bahía, departamento al cual pertenece Guanaja, ha registrado 3,428 casos, de los cuales han fallecido 58, según el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).

Hasta ahora, Islas de la Bahía, con 0.6%, y Gracias a Dios, con 0.4%, mantienen las tasas más bajas de muerte por covid -19 de todo el país.

El departamento ha acumulado el 1% de todos los casos (372,179) de Honduras.En el cayo Bonacca, según autoridades locales, la pandemia no ha causado estragos.

“No hay casos”, dijo la doctora Mireya Guillén, quien trabaja en el centro de salud local y, además, es vicealcaldesa del municipio. Los vendedores que están al aire libre, entre ellos los comerciantes de refrescos, baleadas y otros productos alimenticios, desarrollan la actividad sin temores a contagios y entablando conversaciones con los clientes sin guardar la distancia de dos metros sugerida en todos el mundo.

“Aquí no hay covid. Creo que todos estamos vacunados. La gente que viene de afuera se asusta porque nos ven sin mascarillas. Gracias a Dios ya comenzamos a llevar una vida normal. El año pasado si estuvimos encerrados por el toque de queda”, dijo Mayra López, una de las vendedoras de la calle principal.

Las dos aerolíneas que vuelan desde La Ceiba a Guanaja (CM Airlines y Lanhsa) sí exigen a todos los pasajeros el uso de la mascarilla antes de abordar y cuando se mantienen dentro de las aeronaves. Igualmente, las autoridades en el pequeño aeropuerto isleño Harry Hunter.

Los hoteles, restaurantes y otros negocios turísticos situados fuera del cayo Bonacca, entre ellos los que están en la isla mayor, le piden a sus huéspedes y clientes cumplir con las normas de bioseguridad exigidas por Sinager.

Pero los operadores de los taxis acuáticos (las lanchas) llevan una vida relajada, sin tensiones por el cumplimiento de esos protocolos. No usan mascarillas, tampoco gel, pues el recorrido es a través del mar en una embarcación en la cual los clientes “no están en un espacio encerrado”, dicen.

En cambio Blanca Rosa López (de 80 años) prefiere mantener la distancia y usar la mascarilla “porque nadie sabe lo que puede pasar con esa enfermedad”.López, quien tiene 65 años de vivir en el cayo, le dijo a Diario LA PRENSA que “los ancianos están desamparados, no pueden comprar alimentos y medicinas, porque no reciben el dinero de la tercera edad que debe dar el Gobierno

En Guanaja viven 375 personas mayores de 65 años, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Frente al covid-19 esta es la población de mayor riesgo.
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