Pandillas y sus cámaras: así vigilan a hondureños y evitan operativos

Las maras y pandillas optaron por darle un giro a sus operaciones y reforzarlas, desde hace varios años, con el uso de tecnología.

La inteligencia interna de esas organizaciones criminales optó, entre opciones como telecomunicaciones, han instalado redes de cámaras en barrios y colonias con el objetivo de vigilar a los ciudadanos, sus actividades y el ingreso de patrullas policiales.

En las últimas 48 horas, agentes de seguridad pública, entre policías militares y policías civiles han desmantelado tres redes de cámaras de vigilancia en zonas pilares de incidencia criminal en Tegucigalpa y el valle de Sula.

Las cámaras, que habían sido colocadas en puntos estratégicos, incluso frente a estaciones de policía, permitían a las pandillas monitorear las actividades de los agentes y el movimiento de los ciudadanos.

Esta red de vigilancia fue desmontada completamente por la DSTU, debilitando así la capacidad de estos grupos criminales para operar en la zona.

Por otro lado, en el marco del Plan Nacional de Seguridad, la Policía Militar del Orden Público (PMOP) llevó a cabo una operación de seguimiento en La Lima, Cortés, donde se desmanteló otro sistema de cámaras de vigilancia, utilizado por la Pandilla 18.

Este sistema incluía dispositivos electrónicos como cámaras tipo foco, cámaras de control remoto y una cámara con visión de 360 grados.

Estas cámaras eran empleadas por la pandilla para vigilar la entrada y salida de las autoridades, facilitando así la ejecución de sus actividades ilícitas.

Con las cámaras, pueden vigilar la entrada y salida de la policía y otras fuerzas de seguridad, lo que les da tiempo para escapar, esconderse o preparar emboscadas.

Las pandillas utilizan estas cámaras para vigilar a los residentes del área, identificar posibles informantes y asegurar que los miembros de la comunidad cumplan con sus reglas. Esto les ayuda a mantener un clima de miedo y control.

Al tener una visión clara de lo que sucede en su territorio, las pandillas pueden detectar cualquier actividad que consideren una amenaza para sus actividades delictivas, como la llegada de fuerzas de seguridad o la presencia de rivales.

Estas cámaras también facilitan la coordinación de sus actividades delictivas, permitiéndoles supervisar sus operaciones y reaccionar rápidamente ante cualquier eventualidad.

Las cámaras de vigilancia les otorgan una ventaja estratégica que les ayuda a proteger su poder y a mantener el control sobre los territorios que dominan.

Las maras y pandillas instalan cámaras de vigilancia en barrios y colonias para mantener un control estricto sobre los territorios en los que operan.