Madre de tres hijos era joven asesinada en Trujillo

La comunidad de Misión del Caribe, en Trujillo, aún no sale de la consternación tras el asesinato de Katerin Molina Aguilar.

Katerin Molina Aguilar fue atacada a disparos la noche del viernes. Su cuerpo quedó tendido en el suelo en un charco de sangre, mientras sus seres queridos intentaban asimilar la trágica pérdida.

Katerin no solo era una mujer luchadora, sino una madre dedicada que trabajaba incansablemente para sacar adelante a sus hijos.

Vecinos y amigos la recuerdan como una persona amable, trabajadora y siempre pendiente del bienestar de su familia.

“La prioridad de Katerin eran sus hijos. Siempre hacía todo por ellos, se esforzaba para que no les faltara nada”, expresó una vecina.

La noticia de su muerte ha dejado un profundo vacío en su hogar y en el corazón de quienes la conocieron.

Hasta el momento, las autoridades no han brindado detalles sobre posibles sospechosos o las causas del crimen. Sin embargo, la familia y la comunidad exigen justicia y respuestas para esclarecer lo sucedido.

En el barrio donde vivía, Katerin era conocida por su espíritu solidario. Ayudaba a quienes lo necesitaban y siempre tenía una palabra de aliento para los demás.

Sus amigos recuerdan cómo se desvivía por sus hijos, asegurándose de que tuvieran una educación y un futuro mejor.

El asesinato ha generado indignación, no solo por la brutalidad del crimen, sino porque deja a varios menores sin el amor y cuidado de su madre.

“No se merecía esto, sus hijos la necesitan”, lamentó un amigo en redes sociales.

Las primeras investigaciones apuntan a que Molina Aguilar fue interceptada por sujetos armados que le dispararon sin mediar palabra.

Testigos relataron que el ataque ocurrió de manera sorpresiva, dejando a la comunidad en estado de shock.

El velorio de Katerin Molina Aguilar se lleva a cabo en su vivienda, donde familiares y amigos le dieron el último adiós.

Sus hijos, devastados por la pérdida, quedaron bajo el cuidado de familiares cercanos que ahora deberán asumir la difícil tarea de seguir adelante sin ella.