La fiesta que terminó fatal: Carlos Collier, historia de traiciones

El 11 de octubre de 2017, la vida de Carlos Emilio Collier Núñez, un joven universitario de 20 años, fue truncada en Tegucigalpa, Honduras.

Fotos: cortesía

Aquella noche, Carlos salió de su hogar en la colonia Río Grande para reunirse con sus amigos: James Alexander O’Connor Márquez, Elías Chaín Alvarado, José Carlos Zamora Mejía, Olga María López Ferrufino y Carlos Alfredo Alvarenga Romero, conocido como “Susano”.

Lo que comenzó como una noche de diversión culminó en una tragedia que conmocionó al país.

Según las investigaciones, alrededor de las 10:00 p.m., Carlos abordó un vehículo Suzuki Swift azul, conducido por O’Connor Márquez.

Durante el trayecto por la colonia Lomas del Loarque, surgió una discusión que escaló rápidamente. En medio del altercado, Carlos Alfredo Alvarenga Romero, alias “Susano”, disparó contra Carlos, causándole heridas mortales.

Los informes forenses revelaron que Carlos recibió dos disparos: uno en la mejilla izquierda con salida en el lado derecho de la cara, y otro que le provocó una fractura craneal.

A pesar de la gravedad de las lesiones, agonizó durante aproximadamente cinco minutos antes de fallecer.

Tras el incidente, en un intento por encubrir el crimen, sus amigos trasladaron el cuerpo de Carlos y lo abandonaron envuelto en sábanas cerca de un basurero en la colonia Río Grande.

La escena fue alterada para simular un suicidio, pero las evidencias forenses descartaron esta teoría, confirmando que se trató de un homicidio.

La noticia del asesinato de Carlos Collier causó indignación en la sociedad hondureña, no solo por la brutalidad del acto, sino también por la traición de quienes se consideraban sus amigos.

La madre de Carlos, Tatiana Núñez, se convirtió en una figura central en la búsqueda de justicia para su hijo, enfrentando un proceso legal lleno de obstáculos y controversias.

Durante el juicio, se presentaron pruebas científicas que evidenciaron la culpabilidad de los implicados. Sin embargo, las inconsistencias en las declaraciones y la alteración de la escena del crimen complicaron el proceso judicial.

El 7 de diciembre de 2018, el Tribunal de Sentencia declaró culpable a Carlos Alfredo Alvarenga Romero, alias “Susano”, por el homicidio de Carlos Collier, condenándolo a 16 años de prisión.

Los demás implicados, James Alexander O’Connor Márquez, Elías Chaín Alvarado, José Carlos Zamora Mejía y Olga María López Ferrufino, fueron condenados a cuatro años y seis meses de prisión por el delito de encubrimiento.

A lo largo de los años, Tatiana ha compartido emotivos mensajes en redes sociales, expresando el dolor de perder a su único hijo y la lucha constante por mantener viva su memoria. En una de sus publicaciones, manifestó: “Es cuando el corazón late tan fuerte, que parece que va a estallar... así una vez más, está aquí ese dolor, que no se va”.

Su madre continúa recordándolo con mensajes cargados de amor y dolor, como cuando expresó: “Carlitos, te extraño, te pienso, te necesito. Sobre todo te amo”.