¿Qué pasó con los grandes cines sampedranos?

Muchos recuerdan con nostalgia los momentos que pasaron en los históricos cines que daban vida a esta hermosa ciudad.

San Pedro Sula se ha convertido en el motor económico de Honduras gracias a la concentración de grandes industrias productivas, que desde su llegada trajeron desarrollo y con ello nuevas formas de entretenimiento, que a principios de 1900 solo eran conocidas personas de la alta sociedad.

Para hablar de los cines sampedranos hay que hacer un viaje en el tiempo hasta 1911, ya que, de acuerdo con Gonzalo Luque, autor del libro “Memorias de un San Pedro”, fue en ese año que se exhibió por primera vez una película en la ciudad, en un cinematógrafo ambulante que trajo un español llamado Luis Luque Alva.

El libro de Luque narra que después de eso, la primera sala de cinematógrafo que tuvo San Pedro Sula fue la que abrieron Willy Coleman y John Hender en la calle del Comercio, donde se ubicaban las tiendas de Nicolás Larach.

Ese cine se llamó “El Excelsior”, fue inaugurado en noviembre de 1912 y comenzó a funcionar en diciembre. Las películas eran mudas y amenizadas con la Marimba Excelsior. Sin embargo, duró poco tiempo, ya que un cortocircuito provocó un incendio en el lugar.

Para 1935, el Teatro Colombia, vino a revolucionar esta experiencia con la proyección de las películas tecnicolor, aunque también siguió proyectando películas en blanco y negro.

El cine Hispano también se inauguró en la década de los 30. Se especializaba en películas mexicanas y era de los preferidos de los sampedranos.

Por su parte, el cine Tropicana abrió al público el 17 de abril de 1959 y a su inauguración asistieron importantes autoridades del Gobierno y empresarios.

Fue el primero en tener aire acondicionado y es recordado como el mejor cine de su época.

El Tropicana también fue sede de eventos como Miss Honduras y Miss San Pedro Sula, pero ahora en este edificio se encuentra una tienda de materia prima para confección, tapicería y publicidad.

Mientras que el cine Lux comenzó a funcionar en los años 50, inicialmente su nombre era Teatro Etiempica, pero en 1960 fue cambiado por un nombre más comercial.

Al principio se dedicaban a proyectar películas familiares, pero con el tiempo optaron por exhibir cintas con contenido para adultos. En este lugar ahora funciona un taller de electrodomésticos.

El cine Géminis, inaugurado el 3 de julio de 1980, fue de los primeros en contar con varias salas de exhibición y operó durante 10 años.

En tanto, Cinemas Plaza abrió sus puertas en los años 80. Fue de los más grandes de San Pedro Sula, con capacidad para 300 personas.

Así luce el lugar ahora.

El recordado cine San Pedro, que funcionaba en el edificio que ahora ocupa Parrillas One, era uno de los más concurridos debido a su ambiente familiar.

Estos grandes cines que llenaron de vida y esplendor a la Capital Industrial fueron desapareciendo con el paso del tiempo, principalmente debido al avance tecnológico y la caída de la demanda.

En la actualidad muchas de estas edificaciones funcionan como tiendas de ropa, electrodomésticos, centros comerciales o fueron demolidos, pero siempre ocuparán un lugar especial en el corazón y memoria de los sampedranos.

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