¿Quién mató a Jeffrey Dahmer? Así fue la despiadada muerte del asesino serial que es tendencia en Netflix

Tanto la serie de televisión como la interpretación de Peters han recibido grandes elogios, a pesar de la reacción violenta de miembros de la familia de las víctimas de Dahmer que no fueron contactados sobre el programa antes de que fuera lanzado al público.

Dahmer fue condenado a 15 cadenas perpetuas consecutivas tras ser declarado culpable de 15 asesinatos, una pena equivalente a 941 años. Estuvo recluido en el Centro Correccional de Columbia en Wisconsin, donde cumplió tres años y cuatro meses de prisión antes de ser asesinado.

El breve tiempo de Dahmer en persona estuvo marcado por el conflicto. Lo mantuvieron en custodia protectora con interacción limitada con otros presos, aunque se le dio permiso para comer, tomar clases y trabajar con otros presos después de su primer año.

Dahmer bromeaba sobre el canibalismo, moldeaba su comida en partes del cuerpo y usaba ketchup para crear “sangre” mientras se burlaba de los guardias y otros reclusos por morderlos.

El pastor de la prisión, Roy Ratcliff, recordó que Dahmer tenía un cartel de Reunión Anónima de Caníbales en su pared.

Dahmer fue asesinado el 28 de noviembre de 1994. Pasó sus últimos días conversando con Herman Martin, un recluso cuya celda era vecina a la de Dahmer.

Más tarde, Martin lanzó un libro que recibió críticas mixtas.

Christopher Scarver mató a dos hombres, Jesse Anderson y Jeffrey Dahmer, mientras los tres limpiaban el gimnasio de la prisión. Scarver, interpretado por Furly Mac en Monster: The Jeffrey Dahmer Story, mató a golpes a Dahmer con una barra de pesas antes de matar a Anderson.

Anderson estaba en prisión por apuñalar a su esposa. Luego de cometer su crimen, procedió a apuñalarse, aunque sobrevivió a su intento de suicidio. Anderson culpó del apuñalamiento a dos jóvenes negros y manipuló pruebas falsas para presentarlas a la policía.

Wisconsin abolió la pena de muerte en 1853, 139 años antes de que Dahmer fuera condenado en 1992. La pena de muerte no era una opción para Dahmer, aunque el asesino en serie verbalizó que era algo que deseaba en una declaración judicial.