“Edwin Galdámez le dijo a Bessy que si lo denunciaba, la mataba”

Edwin Gerardo Galdámez Alas, de 29 años, es acusado de asesinar a la hondureña Bessy Carolina Ayala Barrientos, de 39 años.

Fotografías: Facebook

Bessy Ayala viajó hace ocho años a Estados Unidos buscando un mejor futuro para sus cuatro hijos.

Ella era originaria del Way de Urraco, uno de los excampos bananeros de El Progreso, Yoro.

Hace aproximadamente dos años conoció a Edwin Gerardo Galdámez, quien es originario de Lempira y 10 años menor que Bessy. Actualmente él tiene 29 años y ella tenía 39 el día de su muerte.

La familia de Bessy describe a Edwin como “un celoso tóxico”, según palabras de Gladys Barrientos, madre de la infortunada hondureña.

Bessy fue encontrada muerta el 9 de abril en un apartamento de Spring Branch, al oeste de Houston, Texas.

La familia de Bessy señala a Edwin como el principal sospechoso, ya que asegura que en el pasado la había agredido físicamente.

Doña Gladys Barrientos recordó que cuando su hija la visitaba, él siempre la llamaba para comprobar dónde estaba.

“No, aquí estoy donde mi mami... A ver, abre la cámara a ver si es verdad que estás donde tu mamá. O si salía conmigo, tal vez a veces íbamos al mall o íbamos a comer en familia, ella tenía que hacerle una videollamada para comprobarle que estaba con nosotros”, dijo la madre de Bessy.

La madre de la víctima dijo que ellos estaban separados desde hace unos dos meses, pero él siempre se le aparecía donde ella estaba.

En la madrugada del domingo 9 de abril, después de la fiesta familiar, Bessy estaba con amigos y su expareja la siguió y la forzó, con amenazas de arma de fuego, a irse con él al apartamento de ella, según versiones de testigos compartidas con doña Gladys.

La última vez que alguien la vio con vida fue alrededor de las 8:00 a.m., de ese domingo. Luego, vecinos dijeron haber escuchado disparos.

Julisa Ayala, hermana de Bessy, dice que hace dos meses ella “lo denunció, pero la mamá y la hermana de él le suplicaron que retirara la denuncia, él le dijo que si lo denunciaba la iba a matar”, contó.

Julissa contó que hace dos meses él intentó matarla con un machete. “Siempre andaba con cuchillo y pistolas”, reveló.

La Policía estuvo buscando a Edwin y lograron ubicarlo y arrestarlo cinco días después del asesinato, el viernes 14 de abril, día del funeral de Bessy.

“Él se quiso transformar para que la Policía no lo no lo detectara. Él siempre tenía barba y se la quitó... quería despistar a la Policía porque, al parecer, se quería escapar”, contó la señora Gladys.

Según registros judiciales, Galdámez-Alas enfrenta cargos de asesinato y de manipulación de evidencias. Está detenido con una fianza de 250,000 dólares y tiene una orden de requisición de autoridades de inmigración.