Hondureño que mató a tío es sentenciado a 60 años de cárcel

El hondureño Yery Noel Medina Ulloa se declaró culpable de apuñalar a su tío Francisco Javier Cuellar, quien días antes lo había llevado a vivir a su casa y hasta le había dado trabajo.

Yery Medina había sido acusado de asesinato en primer grado y alteración de evidencia por el crimen reportado el 6 de octubre del 2021.

El 21 de octubre del 2021 agentes de la Oficina del Alguacil de Jacksonville acudieron al bloque 1200 de Homard Place a raíz de una llamada que avisaba de que un hombre cubierto de sangre caminaba por la carretera antes de entrar a una zona boscosa.

Luego de establecer un perímetro, oficiales hallaron a Yery Medina Ulloa cerca de un lago.

El joven indocumentado, que en ese entonces tenía 23 años, fue captado por una cámara apuñalando a Cuellar y golpeándolo con una silla, de acuerdo con las evidencias recopiladas por las autoridades locales.

De acuerdo a información oficial, luego de cometer el horrendo crimen, Yery llamó llorando a su madre y le repitió: “Yo lo maté”.

En este edificio fue donde Yery perpetró el horrible crimen en contra de su tío.

Días antes, la víctima le habría brindado un espacio a Yery Medina en su casa.

Las autoridades indicaron que Yery Medina logró establecerse en la vivienda de su tío luego de que engañara a agentes migratorios en la frontera sur a los que les dijo que tenía 17 años.

Yery Medina Ulloa le dio un nombre falso a las autoridades migratorias y alegó tener siete años menos.

El hondureño había sido detenido cuando intentaba cruzar hacia Estados Unidos. Yery Medina le dio un nombre falso a las autoridades migratorias y alegó tener siete años menos de los que en realidad tenía. Las políticas federales de migración establecen que los menores no acompañados que lleguen a la frontera deben ser ubicados en refugios en lugar de ser devueltos a sus países.

Tras el fraude, su tío acogió a Medina Ulloa en su hogar en el que vivía con sus cuatro hijos. Además le facilitó empleo en una tienda familiar.

Los oficiales migratorios no descubrieron la farsa hasta después del ataque mortal.

Supuestamente, el convicto mató a su pariente porque este lo golpeó. No se estableció el motivo de las diferencias entre ambos.

Aunque reportes desde el momento del arresto del hondureño señalan el supuesto parentesco entre las partes; Mary Carmen, una de las hijas de la víctima, dijo al New York Post que no tenía detalles sobre la relación entre su padre y el acogido.

“Mi padre me dijo un día que iba al aeropuerto, y luego este tipo vino de la nada y estaba trabajando al otro día”, declaró la hija del infortunado hombre.