¿Quién era Isis Obed? Manifestante muerto por militares en Honduras

A sus 19 años, Isis Obed Murillo Mencía soñaba con un futuro mejor.

Era el sexto de 12 hermanos, estudiante del segundo curso de ciclo común en el instituto “21 de febrero” de Tegucigalpa y trabajador de medio tiempo en la bodega de un conocido supermercado de la capital.

Su vida, marcada por el esfuerzo y el compromiso con su familia, fue truncada el 5 de julio de 2009, cuando participaba en una manifestación pacífica en apoyo al retorno del entonces presidente constitucional, José Manuel Zelaya Rosales.

Esa manifestación, considerada multitudinaria e inédita por periodistas y testigos, congregó a miles de hondureños en las inmediaciones del aeropuerto internacional Toncontín.

Los asistentes esperaban el aterrizaje del avión presidencial, anunciado por Zelaya pese a la negativa del gobierno de facto y del ejército hondureño.

Sin embargo, lo que comenzó como un acto de resistencia pacífica terminó en tragedia. Isis Obed fue alcanzado por un disparo en la cabeza, muriendo casi de inmediato.

Natán M. Márquez

El Ministerio Público ha señalado como responsables a tres exaltos oficiales de las Fuerzas Armadas. Según el requerimiento fiscal, los acusados, Romeo Orlando Vásquez Velásquez, Venancio Cervantes Suazo y Carlos Roberto Puerto Fúnez, ordenaron un uso indiscriminado de la fuerza.

“Dispararon de manera indiscriminada contra ciudadanos que ejercían su derecho a manifestarse pacíficamente”, subraya el comunicado del Ministerio Público.

La muerte de Isis Obed, quien se convirtió en el símbolo de las víctimas de la represión tras el golpe de Estado de 2009.

En 2022, se inauguró, a inmediaciones del aeropuerto Toncontín, la Plaza Isis Obed en memoria al “primer mártir hondureño asesinado por los militares el 5 de julio de 2009”, explicó el expresidente Zelaya.

El exmandatario Zelaya explicó que hubo aproximadamente 148 ciudadanos que perdieron la vida en junio de 2009.

“Por eso se busca resarcir un poco el daño que el Estado causó y que las familias y descendientes de estos mártires tengan una vida digna”, agregó Zelaya.

“Aquí fue derramada la sangre de mi hijo. No es fácil; no queremos vivir esos momentos que ya vivimos. No quiero que este pueblo vuelva a vivir los tiempos de represión”, Silvia Mencia madre de Isis Obed Murillo, primer mártir de la resistencia.