Bandas de policías: las cifras millonarias de sus crímenes

Uniformados dirigen bandas criminales y siembran el terror en zonas de alta incidencia criminal en Honduras

La investigación detallada de LA PRENSA ofrece una exposición sobre las prácticas delictivas y abusos cometidos por miembros de la policía en el contexto del estado de excepción. Aquí se presentan los datos clave extraídos del trabajo periodístico.

1. Implantación de pruebas: Para obtener estadísticas policiales favorables, oficiales y agentes cometen delitos y abusos. La Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic) ha identificado que esta práctica se originó en la Fuerza Nacional Antimaras y Pandillas (Fnamp) y ha continuado en la Dirección Policial Antimaras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (Dipampco).

2. Infiltración y complicidad: Hay policías infiltrados por el crimen organizado que investigan a testigos de casos contra estructuras criminales para delatarlos y desaparecerlos. Esto ha sido evidenciado por el Ministerio Público (MP) y organismos de derechos humanos.

3. Casos documentados: El MP y organismos de derechos humanos conocen 200 casos de ilícitos cometidos por policías, de los cuales el 90% están relacionados con la Dipampco, seguidos por la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y la Policía Militar.

4. Portafolio de delitos: Los delitos cometidos incluyen asesinatos, secuestros, ejecuciones extrajudiciales, robos, implantación de pruebas y desapariciones forzadas.

5. Desapariciones forzadas: Se han registrado al menos 30 denuncias de desapariciones forzadas, supuestamente vinculadas a policías. Un caso paradigmático es el de Junior Tomas Santos Pineda, cuya desaparición y el posterior asesinato de su padre ciego, Tomas Santos Alejandro, están presuntamente relacionados con policías.

6. Incremento de desapariciones: Las desapariciones forzadas han aumentado con el estado de excepción, con un modus operandi donde los captores, vestidos de policías, secuestran a las víctimas de sus casas o en la vía pública.

7. Escándalos y detenciones: Este año, 20 agentes de la DPI y la Dipampco han sido encarcelados por delitos graves en tres escándalos separados. Ejemplos incluyen el robo de una caja fuerte con 14 millones de lempiras y la acusación de secuestro agravado y agresiones sexuales.

8. Caso del barrista Wilson Ariel Pérez: La muerte de Pérez a manos de agentes de la Dipampco puso de relieve las prácticas abusivas, como la implantación de pruebas. La pistola que supuestamente utilizó Pérez fue plantada, y la investigación señaló la implicación de ex policías en su muerte.

9. Depuración fallida: Durante la transición de la Fnamp a la Dipampco, el Ministerio de Seguridad identificó problemas de infiltración del crimen organizado, pero no se realizaron los correctivos necesarios.

10. Injerencia policial en desapariciones: Las observaciones sugieren que la policía tiene un papel significativo en el incremento de desapariciones durante el estado de excepción.

Los análisis de los entes investigadores indican que la implantación de pruebas en forma sistemática tiene su origen con la desparecida Fnamp.

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