Trágico: De jugar un Mundial a dormir sobre cartones en la calle

Impactante historia. Destacado exfutbolista que llegó a participar en un Mundial hoy atraviesa una dura situación al extremo de dormir sobre cartones en la calle.

Fotos Instagram.

El exfutbolista Paul James disputó el Mundial de 1986 y los Juegos Olímpicos de 1984 con la selección de Canadá. Hoy, atraviesa un duro momento que ha impactado a nivel internacional.

Paul John James vivió casi todo lo que una persona podría vivir. Tocó el cielo con las manos al disputar un Mundial pero tocó fondo al caer en la pobreza total.

Una vez retirad del fútbol, Paul James tocó fondo al caer en la pobreza total y pasar a vivir en la calle a causa de las drogas.

Paul James estuvo desempleado durante los últimos 13 años y sin un hogar permanente en los últimos seis.

El exseleccionado de Canadá viajó hacia el Reino Unido justo antes de la pandemia, enfadado por ser discriminado en Canadá por consumir cocaína.

“Si quieres saber cómo es la mirada de desprecio y disgusto absoluto, haz esto. Pero si quieres ver momentos de increíble bondad y humanidad, haz esto también”, comentó en charla con el Daily Mail.

Según el propio James, reveló que empezó a consumir cocaína en 1998 porque “no podía conectar con nadie, para encontrar una pareja íntima en mi vida. La sustancia, y el exceso de trabajo, reemplazaron eso”.

Paul James pide limosna en Londres en los suburbios de Embankment, Piccadilly y Strand. Además, duerme en las calles.

Respecto a su día a día pidiendo limosna, James reconocer que es “para ser independiente. Para recuperar una apariencia de normalidad. Poder llevar ropa y zapatos propios y no de segunda mano. Para no tener que recaudar fondos para comprar mis propios artículos”.

Paul James está seguro de que perdió su trabajo como entrenador de fútbol en la Universidad de Nueva York debido a la discriminación por su uso de drogas.

Durante 2009, el hombre se ofreció a renunciar por su tema con los estupefacientes, aunque afirma que dicha decisión fue forzada por el mismo club, que se quería desvincular de él sin pagarle ni ofrecerle ayuda.

En los últimos cuatro años, el exfutbolista no mantuvo relación con sus familiares más cercanos. De hecho, se enteró del fallecimiento de su madre dos meses después.

Hoy en día, James vive solo y lleva la mayoría de sus pertenencias (mantas, ropa y un pequeño iPad con una pantalla rota) en una bolsa deportiva negra.

“Mi carrera futbolística lo fue todo. No debería haber perdido un día de trabajo. Si tuviera que terminar mi vida mañana, lo cual no haré, la gente lo entendería. Porque ha sido una maldita brutalidad”, señaló.