San Pedro Sula, Honduras
De acuerdo con la Policía,
los mareros podían ocultar sus actividades ilícitas y evadir a la justicia, ya que controlaban el sistema desde varios dispositivos electrónicos como ser teléfonos móviles, tablet y computadoras.
Un sistema de video vigilancia tenía instalado la Mara Salvatrucha (MS-13) en las colonias Suazo Córdoba, barrio La Puerta, La Cumbre y sector Merendón de San Pedro Sula.
Agentes de la Policía Nacional desmantelaron este sábado las cámaras, rauter, tablet, cableado y cámaras IP de la Mara Salvatrucha.
Este sistema de video vigilancia de la Mara Salvatrucha les permitía mantener vigiladas las actividades de los entes de seguridad en esos lugares, de acuerdo con el reporte policial.
 El
sistema de video vigilancia estaba en el cableado de la vía pública.
|
El sistema de video vigilancia estaba en el cableado eléctrico de la vía pública y techos de viviendas, permitiendo monitorear entradas y salidas.
La operación fue ejecutada por funcionarios de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), Dirección Nacional de Prevención y Seguridad Comunitaria (DNPSC), Dirección de Inteligencia Policial, (DIPOL), y Dirección Nacional de Fuerzas Especiales en coordinación con la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO).
 Agentes de la Policía Nacional desmantelaron desmantelaron el sistema de video vigilancia.
|
Mara Salvatrucha en Honduras
La Mara Salvatrucha cuenta con más de 30.000 miembros, repartidos en El Salvador, Guatemala, Honduras y México, y además se encuentra activa en 40 estados de EE.UU., donde 8.000 personas respaldan las acciones de la banda, según el Departamento del Tesoro.Las pandillas 'MS-13' y la Barrio '18', son las más temibles y ambas mantienen una lucha por territorios que controlan en varias ciudades del país centroamericano, según las autoridades.
Las autoridades hondureñas atribuyen la violencia criminal en parte al crimen organizado, el narcotráfico y pandillas, conocidas como 'maras'.
Al menos el 80 % de los ataques y masacres perpetradas en Honduras son ordenadas por pandilleros que operan desde las cárceles, por eso muchos de ellos han sido trasladados a prisiones de máxima seguridad, según las autoridades.
