San Pedro Sula, Honduras.
Un agente de Tránsito y un enfermero auxiliar de la Policía Nacional asignados en la ciudad de La Ceiba, Atlántida, fueron los que frustraron la captura del presunto narcotraficante y jefe del cartel del Atlántico Wilter Neptaly Blanco Ruiz a mediados de septiembre del presente año.
Así lo consigna un informe confidencial de la Inspectoría General de la Policía con fecha del 21 de octubre de 2016 al cual tuvo acceso exclusivo Diario LA PRENSA y en el que se relatan todos los pormenores del escape del buscado personaje sobre el que pesa una orden de captura por lavado de activos y narcotráfico.
La investigación realizada por un equipo de la Inspectoría General exonera de responsabilidad en este caso a nueve agentes y un suboficial de la Tropa de Inteligencia y Grupo de Respuesta Especial de Seguridad (Tigres), quienes participaron en el operativo en el que se pretendía aprehender a Blanco Ruiz.
Cabe mencionar que existe otro informe elaborado antes que este por investigadores de la jefatura departamental número 1 con asiento en la ciudad de La Ceiba en el que se ofrecen otros detalles de la participación de varios altos oficiales y un exdirector de la Policía Nacional en la detención y posterior liberación del mencionado capo de la droga.
Blanco Ruiz está acusado en una corte federal del distrito sur del estado de la Florida de conspiración para introducir cocaína a Estados Unidos, mientras que en Honduras enfrenta una orden de arresto librada por el Ministerio Público en mayo pasado por el delito de lavado de activos.
El informe de la Inspectoría se sustenta en los testimonios recopilados a cada uno de los nueve agentes Tigres, un suboficial que estuvo a cargo de la tropa, oficiales de la Dirección de Inteligencia Policial (Dipol) e incluso el del agente de Tránsito y el enfermero que supuestamente facilitaron la fuga del varón de la droga.
Persecución de película
De acuerdo con los relatos de los diferentes protagonistas, la orden de captura contra Blanco Ruiz partió de una llamada de un funcionario de la embajada de Estados Unidos el lunes 12 de septiembre a las 8:00 pm en la que alertaba que Wilter Blanco se encontraba en la comunidad de Triunfo de la Cruz, en Tela, Atlántida.
El martes 13 de septiembre, el director de Dipol ordena a un subinspector identificado por motivos de seguridad solo con las iniciales EAC para que organice un operativo a fin de capturar al mencionado, y para tal fin se desplaza un grupo de nueve agentes y un suboficial de la tropa Tigres asignado en Santa Rita, Yoro, así como personal de la Unidad de Rastreo de Espectro (caja radiofónica para intervención de llamadas) de la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia (DNII).
Una vez coordinados y ubicados en el sitio, los agentes, con el apoyo de los escuchas y personal de Dipol en Tegucigalpa, dan comienzo al seguimiento de Wilter Blanco desde Triunfo de la Cruz, en Tela, pasando por Sambo Creek, en la Ceiba, hasta terminar en Planes, Colón, en donde finalmente logra escaparse.
En La Ceiba, los agentes montan un operativo porque se les informa desde el centro de monitoreo que Wilter y sus acompañantes se encontraban en Sambo Creek, una comunidad garífuna en las afueras de esa ciudad.
Ahí se estableció un retén de salida de vehículos a cargo del responsable de los Tigres, un suboficial clase I identificado solo con las iniciales DRR, pero inexplicablemente el fugitivo logra pasarlo y toma rumbo al departamento de Colón.
En su testimonio, uno de los miembros de la Dipol indicó que la sala de escuchas les informó que estando ahí, Blanco llamó a una persona desconocida para comentarle que los Tigres habían requerido el vehículo en el que se conducía; pero solo les pidieron bajar los vidrios frontales y no los de atrás, por tanto no se cercioraron de que ahí iba él agazapado.
Esta versión contradice otro informe de inteligencia que indica que Wilter fue plenamente identificado, pero que tras una plática con los oficiales y algunas llamadas telefónicas se le permitió continuar su camino. No obstante, la investigación de la Inspectoría General no comenta ni deja constancia de que eso haya ocurrido realmente.
Una vez que se dan cuenta que su objetivo se les escapó emprenden una nueva persecución y establecen comunicación con la posta policial de Planes, en el sector de Colón, para que monten un retén policial en la carretera, en vista de que Wilter se dirigía hacia ese lugar.
En este punto, según el documento oficial, la información se filtra a otros agentes y ahí es donde entra en escena un policía de Tránsito, quien se comunica con Blanco y lo alerta de que lo están esperando en Planes para capturarlo.
“La sala de escuchas manifestó que el objetivo Wilter Blanco iba con dirección al departamento de Colón y que había fuga de información de parte de un miembro de la Policía, asignado a la posta de Planes, y que este le dio pase libre al objetivo y le manifestó que se diera prisa, ya que lo andaban buscando para darle captura”, reza el informe oficial.
En su huida, Blanco se refugió en una casa que sirve como clínica para atender a miembros de la Policía y que está a cargo de un médico, que está contratado como enfermero auxiliar de la institución.
Ahí supuestamente recibió atención médica porque, conforme al informe, Wilter presentaba un cuadro severo de hipertensión arterial y se sentía mal.
Minutos después abandonó con su seguridad este sitio y cogió por un proyecto de viviendas en el sector de Los Olivos, en donde su vehículo se quedó atascado.
En su premura, Wilter consiguió tomar un taxi y dejó abandonado un morral negro con sus pertenencias; entre ellas, varias identidades falsas, las que están en poder del Ministerio Público.
En este punto, el equipo policial decidió suspender el operativo porque consideraron que corrían peligro porque la operación quedó al descubierto.
Un agente de Tránsito y un enfermero auxiliar de la Policía Nacional asignados en la ciudad de La Ceiba, Atlántida, fueron los que frustraron la captura del presunto narcotraficante y jefe del cartel del Atlántico Wilter Neptaly Blanco Ruiz a mediados de septiembre del presente año.
Así lo consigna un informe confidencial de la Inspectoría General de la Policía con fecha del 21 de octubre de 2016 al cual tuvo acceso exclusivo Diario LA PRENSA y en el que se relatan todos los pormenores del escape del buscado personaje sobre el que pesa una orden de captura por lavado de activos y narcotráfico.
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Policías TIGRES
Participaron en el operativo por orden de sus superiores, pero alegaron que desconocían la misión
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Cabe mencionar que existe otro informe elaborado antes que este por investigadores de la jefatura departamental número 1 con asiento en la ciudad de La Ceiba en el que se ofrecen otros detalles de la participación de varios altos oficiales y un exdirector de la Policía Nacional en la detención y posterior liberación del mencionado capo de la droga.
Blanco Ruiz está acusado en una corte federal del distrito sur del estado de la Florida de conspiración para introducir cocaína a Estados Unidos, mientras que en Honduras enfrenta una orden de arresto librada por el Ministerio Público en mayo pasado por el delito de lavado de activos.
El informe de la Inspectoría se sustenta en los testimonios recopilados a cada uno de los nueve agentes Tigres, un suboficial que estuvo a cargo de la tropa, oficiales de la Dirección de Inteligencia Policial (Dipol) e incluso el del agente de Tránsito y el enfermero que supuestamente facilitaron la fuga del varón de la droga.
En Sambo Creek logró pasar un retén y llegando a Planes le avisaron que lo esperaban para capturarlo.
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De acuerdo con los relatos de los diferentes protagonistas, la orden de captura contra Blanco Ruiz partió de una llamada de un funcionario de la embajada de Estados Unidos el lunes 12 de septiembre a las 8:00 pm en la que alertaba que Wilter Blanco se encontraba en la comunidad de Triunfo de la Cruz, en Tela, Atlántida.
El martes 13 de septiembre, el director de Dipol ordena a un subinspector identificado por motivos de seguridad solo con las iniciales EAC para que organice un operativo a fin de capturar al mencionado, y para tal fin se desplaza un grupo de nueve agentes y un suboficial de la tropa Tigres asignado en Santa Rita, Yoro, así como personal de la Unidad de Rastreo de Espectro (caja radiofónica para intervención de llamadas) de la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia (DNII).
Una vez coordinados y ubicados en el sitio, los agentes, con el apoyo de los escuchas y personal de Dipol en Tegucigalpa, dan comienzo al seguimiento de Wilter Blanco desde Triunfo de la Cruz, en Tela, pasando por Sambo Creek, en la Ceiba, hasta terminar en Planes, Colón, en donde finalmente logra escaparse.
En La Ceiba, los agentes montan un operativo porque se les informa desde el centro de monitoreo que Wilter y sus acompañantes se encontraban en Sambo Creek, una comunidad garífuna en las afueras de esa ciudad.
Un policía ayudó a escapar a Wilter Blanco.
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En su testimonio, uno de los miembros de la Dipol indicó que la sala de escuchas les informó que estando ahí, Blanco llamó a una persona desconocida para comentarle que los Tigres habían requerido el vehículo en el que se conducía; pero solo les pidieron bajar los vidrios frontales y no los de atrás, por tanto no se cercioraron de que ahí iba él agazapado.
Investigado
Las autoridades de Estados Unidos le seguían la pista al presunto jefe del cartel del Atlántico desde 2009, pero hasta octubre pasado se informó que era investigado
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Una vez que se dan cuenta que su objetivo se les escapó emprenden una nueva persecución y establecen comunicación con la posta policial de Planes, en el sector de Colón, para que monten un retén policial en la carretera, en vista de que Wilter se dirigía hacia ese lugar.
En este punto, según el documento oficial, la información se filtra a otros agentes y ahí es donde entra en escena un policía de Tránsito, quien se comunica con Blanco y lo alerta de que lo están esperando en Planes para capturarlo.
“La sala de escuchas manifestó que el objetivo Wilter Blanco iba con dirección al departamento de Colón y que había fuga de información de parte de un miembro de la Policía, asignado a la posta de Planes, y que este le dio pase libre al objetivo y le manifestó que se diera prisa, ya que lo andaban buscando para darle captura”, reza el informe oficial.
Evasión
Hasta ahora, Wilter Blanco Ruiz ha logrado evadir la justicia movilizándose en carros, lanchas y helicópteros en el Caribe
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Ahí supuestamente recibió atención médica porque, conforme al informe, Wilter presentaba un cuadro severo de hipertensión arterial y se sentía mal.
Minutos después abandonó con su seguridad este sitio y cogió por un proyecto de viviendas en el sector de Los Olivos, en donde su vehículo se quedó atascado.
En su premura, Wilter consiguió tomar un taxi y dejó abandonado un morral negro con sus pertenencias; entre ellas, varias identidades falsas, las que están en poder del Ministerio Público.
En este punto, el equipo policial decidió suspender el operativo porque consideraron que corrían peligro porque la operación quedó al descubierto.