27/04/2024
01:42 PM

Cercan y venden predios en el bordo del río Blanco

El Ministerio Público empezó una investigación, pero no hay resultados.

    San Pedro Sula, Honduras.

    La cantidad de casas y negocios improvisados aumentó en los últimos meses en el bordo del río Blanco.

    Los sampedranos denunciaron la ocupación ilegal y el daño ambiental que estaban causando en el tramo entre el puente del segundo anillo y el bulevar del norte. Las denuncias comenzaron hace cuatro años, pero las autoridades municipales no hicieron nada por proteger el lugar.

    Ya no queda espacio libre y con la pandemia muchas personas que no podían pagar alquiler en otros sitios decidieron mudarse al bordo, donde no pagan nada por vivir.

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    Algunos dijeron que pagaron por instalarse en la zona, pero se abstienen de decir cuánto y a quién le pagaron.

    Otros consideran que es un derecho que tienen y por eso se van a vivir al lugar al no tener vivienda. Ellos son conscientes de que es una zona de riesgo, pero dicen que confían en Dios de que no les pasará nada.

    Negocios de todo tipo, en su mayoría areneras, se han instalado en el bordo. Cada día hay más construcciones y poda de árboles, dejando desprotegido el cauce.
    Al recorrer la zona se comprueba el descontrol. Hay casas de madera, zinc, cartón y plástico, pulperías, car wash, areneras, parqueos de carros y los ocupantes se han tomado el costo de cercar los predios con alambre de púas.

    El problema se extiende al otro lado del bulevar del norte, frente a las universidades, donde las ocupaciones ilegales aumentan y están a punto de ocupar los derechos de vía.

    Hay personas de todas las edades viviendo en la zona sin ninguna medida de bioseguridad.

    Ellos señalan que están sobreviviendo.

    En septiembre de 2019, la Fiscalía Especial del Medio Ambiente realizó una inspección en la zona para verificar los daños y las denuncias públicas, pero un año después no hay ninguna acción.

    Los vecinos de las colonias aledañas dicen que muchas empresas tiran desechos de construcción y carros particulares lanzan basura al río, con lo cual contaminan.

    Negocios de todo tipo, en su mayoría areneras, se han instalado en el bordo. Cada día hay más construcciones y poda de árboles, dejando desprotegido el cauce.
    Para Martín Mayorquín, expresidente del Colegio de Ingenieros Civiles, es un problema de todos los bordos porque ha incrementado la ocupación, de manera más visible en el bordo del río Blanco. “En este sector son los lavadores de carro y en Bermejo levantaron casitas en la plataforma de bordos”, dijo. El bordo despareció prácticamente en esas zonas.

    El exvicealcalde Osmín Bautista es del criterio que se deben supervisar estas zonas, sobre todo para evitar más daños y una tragedia con estos fenómenos que están ocurriendo en este momento. Ya es momento de que se actúe y se den opciones a la gente porque podemos lamentar todo lo que estamos viendo. Venimos denunciando esto desde hace años y nadie hace nada al respecto, la situación es grave, recalcó.