Debido al cese de operaciones por casi seis meses, los comerciantes de la zona peatonal de San Pedro Sula, redujeron personal y se encuentran en crisis al grado que algunos cerraron.
La mayoría de estos propietarios de tiendas volvieron a labores desde inicios de septiembre, pero fue hasta ayer que la alcaldía retiró las barreras metálicas que impedían el paso de vehículos a la tercera avenida sur y de personas al parque central, por lo que muchos esperan recuperarse gradualmente de las pérdidas generadas por la inactividad producto del covid-19.
Luis Enrique Carranza, propietario de Souvenirs Teresitas, con 30 años de operaciones, dijo a LA PRENSA que durante estos seis meses de inactividad, él y su esposa se alimentaron de sus ahorros y aunque hay algo de movimiento en la peatonal su negocio sigue afectado ya que son los turistas, principalmente de Estados Unidos, quienes más se interesan por comprar artesanías.
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“Aunque son dos dígitos que circulan por día, las ventas son muy bajas porque no hay dinero, no hay circulante y la gente anda buscando dinero para sobrevivir, no gastando”, agregó.
Ayer muchas personas circularon por la peatonal y el parque central para relajarse y otras para comprar en los comercios, cuyos propietarios esperan recuperarse de la crisis. fotos: melvin cubas
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Daisy Argentina Matute, propietaria de la sala de belleza Golden y la taquería No Se Hagan Bola, dijo que la situación es insostenible, aunque ya lleven un mes operando porque no pueden acceder a créditos y las ventas son casi nulas.
“Antes vendía hasta 8,000 lempiras diarios. Tengo 30 años de estar en este edificio, tenía ocho empleados y ahora solo tengo dos. Estoy por tirar la toalla, el dueño de la taquería era mi hijo y me lo mataron hace un año y no se ha hecho justicia. Nunca me había querido ir de este país pero hoy sí me voy”, comentó con la voz quebrantada.
Ayer muchas personas circularon por la peatonal y el parque central para relajarse y otras para comprar en los comercios, cuyos propietarios esperan recuperarse de la crisis.
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“Los edificios de oficinas han quedado vacíos. Esperamos que a fin de año podamos recuperarnos”, agregó.
Carlos García, policía municipal, informó que velarán para que en el parque central como en la peatonal las personas y comerciantes que circulen porten su mascarilla.
Ayer la policía obligó a varios ciudadanos a ponerse su tapaboca.