Bajo rendimiento: Congreso ha sesionado solo 9 veces en segundo semestre

TEGUCIGALPA, HONDURAS. - En medio de un ambiente político tenso provocado por la falta de consensos para la elección del fiscal general y adjunto, el Congreso Nacional refleja una escasa actividad legislativa durante julio y agosto, meses que marcan el comienzo del segundo semestre de 2023.

LA PRENSA Premium contabilizó y analizó los datos publicados en la cuenta oficial de Twitter de la cámara legislativa durante los últimos dos meses, es decir, desde que comenzó el segundo semestre (del 12 de julio al 11 de septiembre).

Hasta la fecha, los diputados han sesionado apenas nueve veces, a pesar de que la Ley Orgánica del Poder Legislativo estipula que las sesiones deben realizarse los martes, miércoles y jueves de cada semana.

Lo anterior significa que los diputados deberían haber sesionado 26 veces en los últimos 60 días, pero la actividad se mantenido a menos de la mitad de lo que la ley estipula.

Por otro lado, se encontró que la actividad legislativa en estas nueve sesiones experimentó una duración 47 horas en total, donde hubo un promedio de 102 diputados (equivalentes a un 80%) que asistieron a cada sesión.

Es relevante destacar que la última sesión, (celebrada el 31 de agosto), la cual tenía como objetivo elegir al fiscal general y adjunto, ha sido de las pocas ocasiones durante este semestre en que se ha llegado a 127 parlamentarios presentes en el Congreso Nacional.

No obstante, debido a la falta de consensos entre partidos políticos, uno de los principales problemas en el Hemiciclo, no fue posible llegar los 86 votos necesarios para elegir a las autoridades del Ministerio Público del período 2023-2028, las cuales siguen sin nombrarse.

Paradójicamente, cuando se registra alta asistencia de parlamentarios en las sesiones, estás suelen ir acompañadas de enfrentamientos y disputas entre las distintas fuerzas políticas.

El panorama ha preocupado a diversos sectores del país, que piden un Congreso Nacional más productivo en vista de que los pocos proyectos aprobados están orientados a crear mayor endeudamiento en el país.

Por su parte, los congresistas argumentan que la falta de diálogo y liderazgo por parte de Luis Redondo, presidente del Legislativo, han sido factores fundamentales para que la agenda legislativa se paralice.

De acuerdo a los datos analizados por este medio, el jueves 20 de julio (una semana después del receso de 40 días que a los diputados les corresponde por ley y que fue programado a partir del 1 de junio), asistieron apenas 70 congresistas a la sesión convocada a las 10: 00 de la mañana por Redondo.

Aunque esa sesión es la que menos presencia de congresistas ha tenido en lo que va de este segundo semestre del año, en las dos convocatorias anteriores (el 18 y el 19 de julio), acudieron 95 y 98 diputados, de los 128 que fueron elegidos en las urnas por el pueblo hondureño.

La asistencia de los parlamentarios a las sesiones del Congreso Nacional se mantuvo variante en las siguientes reuniones, arriba de 80 diputados y algunas veces entre 123 y 127, pero nunca completos.

Aunque de acuerdo a la ley, para sesionar se necesitan la mitad de los diputados más uno, es decir 65 congresistas, a diversos sectores les indigna que muchos no acuden al Hemiciclo, pero siguen recibiendo su salario.

“Tenemos alta incidencia de diputados que no asumen con compromiso su obligación de sesionar cuando lo estipula la ley, una obligación que adquirieron cuando fueron nombrados en el cargo. El Congreso tiene una deuda pendiente con el pueblo, por lo que tiene que darle la celeridad y responsabilidad necesaria”, dijo el abogado Cristian Nolasco, auditor social del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA).

Nolasco, quien en una escala del 1 al 10 calificó con un 3% el desempeño del Poder Legislativo, explicó que la problemática radica en que, en lugar de forjar consensos a favor de la democracia, los congresistas se desgastan en peleas absurdas donde retribuyen responsabilidad de un partido político a otro.

De hecho, eso fue lo que ocurrió en la reunión del pasado martes 8 de agosto, donde se aprobó la Ley del Sistema Nacional de Bases de Datos de ADN y la que tuvo la presencia de 85 diputados.

A inicios de la sesión se generó un zafarrancho a raíz de una protesta por parte de los diputados del Congreso Nacional, quienes exigían la derogación de la Ley de Amnistía Política, aprobada en esta administración y que, a su juicio, benefició a varias personas acusadas de corrupción.

De acuerdo a las cifras de asistencia publicadas por el Poder Legislativo y analizadas por este rotativo, durante las 20 sesiones que ha tenido el Congreso Nacional en todo el año, la asistencia de los diputados ha sido, en promedio, del 67%.

Según los registros de este medio, durante la primera legislatura (entre el 25 de enero de 2022 al 11 de septiembre del mismo año), el Congreso Nacional sesionó 43 veces.

Mientras que en esta segunda legislatura (del 25 de enero al 11 de septiembre de 2023), los congresistas han tenido apenas 20 sesiones, lo que representa el 46% en comparación al año pasado en la misma fecha.

En total, los diputados tuvieron 156 sesiones ordinarias durante 2022. Tomando en cuenta las 20 sesiones que llevan en lo que va de 2023, existe una diferencia de 136 sesiones que difícilmente realizarán en los próximos cuatro meses.

Si hablamos de horas, encontramos que los congresistas han sesionado en total 144 horas durante las 20 sesiones que han sido convocadas y realizadas en este 2023.

Las sesiones más largas duraron alrededor de seis y casi ocho horas, mientras que las más cortas duraron entre dos y tres horas.

En las sesiones más largas del Hemiciclo, como la del 12 de julio que volvieron de receso, los congresistas abordaron temas como la instalación de la CICIH en Honduras, aprobaron una comisión para solucionar problemática en el Centro Regional Universitario del Litoral Atlántico (UNAH-CURLA), y aprobaron contratos de la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC).

Para Juan Carlos Aguilar, director de Transparencia y Democracia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) los diputados del Congreso Nacional no están teniendo sesiones de calidad, pues la mayoría de proyectos aprobados han sido para endeudar más al país.

“No se está legislando para solventar políticas públicas o algún tipo de mejoría directa en la ciudadanía hondureña, sino que, al contrario, se sigue endeudando al país con préstamos, contratos a las alcaldías, solicitudes, etcétera”, lamentó.

Aguilar dijo que solo en julio se presentaron 56 proyectos, con la aprobación de apenas 15, mientras que en agosto fue todavía más baja, pues se presentaron 12 y fueron aprobados solamente cuatro. “La mayoría de proyectos aprobados están orientados al tema del endeudamiento”, mencionó.

Aunque, al igual que Nolasco, reconoció la erogación de algunos proyectos como el Fondo Departamental que buscaba que los diputados administraran fondos para ayudar a municipios y departamentos de Honduras, consideró que la actividad legislativa avanza a paso lento en Honduras.

“El oficialismo debe tomar seriedad en este tipo de asuntos, debe sentarse a dialogar con las diferentes bancadas para que al final se pueda llegar a generar avances y en el caso de la oposición, pedirles que sean constructivos porque aquí en Honduras estamos acostumbrados a que la oposición es destructiva, no genera aportes, sino más bien ellos lo ven como un rol de oposición, es decir, oponerse a lo que el otro partido político propone, independientemente sea bueno o malo”, agregó.

LA PRENSA Premium conversó con diversos parlamentarios de los partidos Liberal, Nacional, Salvador de Honduras y Libertad y Refundación (Libre), sobre la poca actividad legislativa en el Congreso Nacional.

La diputada Lissy Cano argumentó que la improductividad del congreso se debe a tres razones: la forma en que Redondo ejerció la presidencia del Congreso, la falta de consensos y la intolerancia de los partidos políticos.

“Es mi primera oportunidad como diputada y lastimosamente me toca ser parte del congreso que yo catalogo de más improductivo en la historia de nuestro país, yo considero que una de las principales razones por las que este congreso es así es por la manera ilegal e impositiva del diputado que dirige ilegalmente esta junta directiva está puesto ahí a patadas, a la fuerza y sin votos”, expresó Cano.

“En segundo lugar, se ha demostrado a lo largo de estos veinte meses la incapacidad de esta persona -Luis Redondo- para poder dirigir, al igual que las personas que le acompañan en la Junta Directiva incapaz, no pueden conseguir que haya consensos. Por otra parte, la intolerancia de ellos de no entender que vivimos en una democracia”, agregó.

Marlon Lara, diputado del Partido Liberal, secundó la postura de Cano y explicó que el oficialismo espera lograr todo a la fuerza y no dialogando con los demás partidos políticos.

“Desde el Partido liberal, hemos estado hablando para que regresen las sesiones y que no nos tengan esperando, mire, no han convocado desde el jueves pasado, no han buscado acercamientos para la elección del fiscal, ellos son minoría y en una democracia la minoría se suma a la mayoría, pero ellos no han querido hacerlo”, dijo Lara refiriéndose a los diputados del Partido Libre.

Por su parte, el doctor Carlos Umaña, diputado del partido Salvador de Honduras (PSH), consideró que las pocas sesiones en el Poder Legislativo se deben a las elecciones de segundo grado y proyectos en los que no se han puesto de acuerdo como, por ejemplo, la elección del fiscal general y adjunto.

“Yo no estoy a favor de eso, yo considero que debería hacerse la votación y si no se alcanza, seguir votando hasta que se alcancen los consensos, pero no paralizar la agenda legislativa que nos tiene muy mal ante el pueblo hondureño”, opinó.

En la última votación, la nómina de las nuevas autoridades del Ministerio Público del partido de gobierno obtuvo 52 votos, mientras que la oposición se mantuvo con 74. Por lo pronto, no se ha programado sesión.

Este medio consultó sobre la situación con el diputado del Partido Libertad y Refundación (Libre), Obed López, quien únicamente se refirió a los proyectos presentados en el Hemiciclo.

López mencionó que el problema es que en otras administraciones creaban leyes que favorecían a la corrupción y a unos pocos, por lo que ahora se oponen a proyectos a favor del pueblo hondureño que propone Libre.

“Una barbaridad de leyes hacían, todas en contra del pueblo y cuando nosotros proponemos leyes estructurales para mejorar las condiciones de vida de los hondureños, las bancadas de oposición se oponen. Han hecho un complot para evitar que se aprueben varias leyes”, agregó.

Cabe mencionar que fue en 2022 cuando ocurrió lo de las dos juntas directivas en el Congreso Nacional, lo que generó una crisis política que sigue repercutiendo hasta la fecha.

Mientras Honduras enfrenta desafíos apremiantes que requieren soluciones urgentes, el Congreso Nacional ha permanecido estancado por la falta de consensos y la ausencia de madurez política durante este segundo semestre de 2023.

Los pronósticos no le favorecen, pero tienen un período de cuatro meses para reivindicarse sesionando como la ley manda y desempolvando aquellos proyectos a favor de los más necesitados, consideraron los expertos.

Este martes, Redondo convocó a una reunión a la Junta Directiva del Congreso Nacional a las 10:00 am, sin embargo, se desconoce la temática a tratar.