Franja de Gaza.
Para apaciguar la ira provocada por la muerte de tres de sus cabecillas, Hamas asesinó ayer a 18 palestinos a los que acusaba de colaborar con “el enemigo”. Según lo divulgó la propia televisión del grupo, los palestinos fueron asesinados en una comisaría de Gaza y previamente habían sido “condenados por los tribunales”.
El delito de colaboracionismo con Israel está contemplado en la ley palestina y conlleva la pena de muerte.
“Estaban del lado de Israel, dieron información sobre la ubicación de los túneles y bombas trampa para los tanques, así como información sobre los hogares de los luchadores, del lugar desde donde lanzamos los cohetes”, explicaron las brigadas ayer en las redes sociales.
“El resultado de estas colaboraciones es la muerte de miles de personas en Gaza”, argumentaron.
Reinicio de ataques
El intercambio bélico entre palestinos e israelíes se reanudó con dureza el pasado martes después de que ambas partes se acusaran mutuamente de romper el último eslabón de la cadena de alto el fuego que habían permitido tratar de buscar una salida negociada en El Cairo.
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Desde entonces, los palestinos han vuelto a lanzar más de un centenar de cohetes, e Israel ha tratado de eliminar a altos comandantes de Hamás, en lo que parece un cambio de estrategia en busca de presumir una victoria militar.
El miércoles atentaron contra Mohamad al Deif, el líder de las “brigadas Azedim al Kasem”, brazo armado del movimiento islamista, que sobrevivió al quinto intento de asesinato israelí desde que en 2002 asumiera la dirección de la milicia.
Netanyahu advierte a Hamas
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por su parte, advirtió ayer a Hamas que pagará “un alto precio” por la muerte de un niño de 4 años por un obús de mortero lanzado desde Gaza.
“Hamas pagará un alto precio por este ataque. (El ejército y los servicios de inteligencia) intensificarán sus operaciones hasta que se haya alcanzado el objetivo” de la operación militar lanzada el 8 de julio, dijo el jefe de gobierno, citado por su portavoz, Ofir Gendelman. Es el primer niño que fallece en el lado israelí desde que se inició la ofensiva.
Israel ha sido objeto de 430 disparos de cohetes desde la ruptura de una tregua de nueve días el martes por la noche, según el ejército.
