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Lula da Silva, más cerca de la cárcel que de la presidencia

  • 24 enero 2018 /

Tribunal de apelación de Porto Alegre confirma la condena por corrupción y lavado de dinero.

    Porto Alegre, Brasil.

    Un tribunal de apelación condenó ayer a 12 años y un mes de cárcel al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que replicó proclamando ante miles de partidarios su intención de volver a dirigir el país.

    “Ahora quiero ser candidato a la presidencia de la República”, afirmó en Sao Paulo el exmandatario de izquierda (2003-2010), que lidera los sondeos para las elecciones de octubre.

    Lula, que aún dispone de recursos para evitar la prisión, fue considerado culpable de haberse beneficiado de un apartamento tríplex ofrendado por la constructora OAS a cambio de su mediación para obtener contratos en Petrobras. La condena inicial era de nueve años y medio de prisión. Los tres magistrados del Tribunal Regional Federal nº 4 (TRF4) de Porto Alegre respaldaron así ampliamente las conclusiones del juez Sergio Moro, autor de la sentencia de primera instancia.

    El caso se enmarca en la Operación Lava Jato sobre sobornos pagados por constructoras a políticos de todas las tendencias para obtener contratos en la petrolera estatal.

    Parte de las personas que salieron a defenderlo.
    El aumento de la sentencia se debe al agravante de que Lula, por su posición de máximo mandatario de la República de 2003 a 2010, carga con una “culpabilidad extremamente elevada”, en palabras del juez del TRF4 Joao Gebran Neto.

    Los mercados, que temen un retorno de la izquierda al poder, celebraron la derrota judicial de Lula. La Bolsa de Sao Paulo cerró con un alza de 3,72%, a 83,680 puntos, un récord histórico.

    Defensa

    Miles de personas -50.000 según los organizadores-, en su mayoría jóvenes vistiendo camisetas rojas, acudieron a la concentración convocada por organizaciones de izquierda en el centro de Sao Paulo, a la cual se sumó Lula. “Salimos a la calle porque defendemos a Lula con uñas y dientes y porque lo consideramos como el mejor presidente de Brasil”, afirmó uno de los participantes, Albingo Barzi.

    “Pueden retirarme derechos, no hay problema. Pero lo que yo quiero disputar con ellos es la conciencia del pueblo brasileño”, proclamó Lula con su voz rasgada, levantando una ovación de los asistentes.

    Los jueces aumentan la sentencia inicial, de nueve años y medio de cárcel, a 12 años de reclusión.
    El Partido de los Trabajadores (PT) denunció “una farsa judicial”. La dirección de ese partido se reunirá hoy para proclamar su apoyo a la candidatura de su dirigente histórico. El PT trata de recuperarse de los duros golpes recibidos estos últimos años: graves acusaciones de corrupción contra muchos de sus principales dirigentes y la destitución en 2016 de Dilma Rousseff, heredera de Lula.

    “Lula es favorito pero su candidatura es sumamente incierta en este momento. Es una situación dramática para la democracia brasileña”, dijo el politólogo Fernando Schüler, del Instituto de Investigación y Educación (Insper), de Sao Paulo.

    Tras la decisión, Lula debería ser declarado “inelegible”, aunque también caben recursos que le permitirían ganar tiempo e incluso registrarse como candidato y hacer campaña.