29/05/2024
01:22 AM

'El Chapo” Guzmán, el Papa y Trump, en un año intenso para México

  • 22 diciembre 2016 /

La popularidad del mandatario mexicano recibió un duro golpe tras la visita sorpresa del magnate.

Ciudad de México.

La captura del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán y una simbólica visita del papa Francisco abrieron un 2016 intenso para México, que terminó el año sumido en el pesimismo por el resurgir de la violencia y la corrupción, la inestabilidad económica y la victoria de Donald Trump en EUA.

El 8 de enero, el presidente Enrique Peña Nieto anunció la captura del capo de las drogas en su tierra natal, Sinaloa.

Fue en una operación en Los Mochis, tan rocambolesca como su fuga del penal de Almoloya de Juárez el 11 de julio de 2015, por un túnel de 1,5 kilómetros.

En febrero, el papa Francisco ofició frente al muro construido para evitar el paso de migrantes de Ciudad Juárez a El Paso una multitudinaria misa para pedir el fin de ese drama humanitario. También en Chiapas para homenajear al mundo indígena; en Morelia para unirse a miles de jóvenes; en Ecatepec, uno de los municipios más pobres en la franja urbana que colinda con la capital, y en Ciudad de México, donde dio un rapapolvo a la jerarquía eclesial mexicana en plena Catedral.

Ya en el avión papal de regreso a Roma, el pontífice acusó de “no ser cristiano” a Trump, por entonces aún precandidato republicano a la Casa Blanca.

El ahora electo presidente de EUA llamó “delincuentes” y “violadores” a los mexicanos, amenazó con deportar a 11 millones de indocumentados, prometió prohibir el envío de remesas y aseguró que obligaría a México a pagar la construcción de un muro en la frontera común. Pese a ello, en un gesto muy críticado, Peña Nieto le invitó a la residencia presidencial de Los Pinos en septiembre.

Aunque el Gobierno justificó el hecho para entablar comunicación con el candidato a la Presidencia de EUA, país al que México exporta más del 80 % de su producción, el resultado fue el hundimiento de la popularidad de Peña Nieto, en declive desde hacía meses.

En noviembre, la aprobación presidencial se situó en el 24%, la peor en un cuarto de siglo para un mandatario mexicano. No solo por los efectos de la visita de Trump, sino porque en septiembre se cumplieron dos años de la desaparición de los 43 estudiantes de magisterio de Ayotzinapa, ese mes fue el más violento desde 1997, según una organización civil, y el segundo semestre de 2016 vio aflorar un cúmulo de casos de corrupción al más alto nivel.

Entre ellos, los gobernadores de Veracruz y de Sonora han sido acusados de millonarios desfalcos durante sus administraciones.