Washington, Estados Unidos.
Los jugadores de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) desafiaron al presidente Donald Trump durante la entonación del himno nacional en los partidos correspondientes a la tercera semana.
Lo hicieron con la rodilla en tierra, cogidos por los brazos o incluso se negaron a salir del vestuario hasta que no acabó la interpretación del himno nacional.
El mandatario estadounidense llegó inclusive a insultar a los jugadores que se ponían de rodilla al escuchar el himno nacional y pidió a los dueños y al comisionado de la NFL, Roger Goodell, que los despidieran de inmediato.
Esta protesta fue iniciada por el afroamericano Colin Kaepernick, jugador de los San Francisco 49ers, quien comenzó a arrodillarse durante el himno 'por el trato que reciben los afroamericanos en EUA y por la violencia policial'.
Pero, ¿cuál es la polémica por el himno de Estados Unidos? Algunos opinan que la letra es racista y justifica la esclavitud.
El himno estadounidense, titulado The Star-Spangled Banner ('La bandera tachonada de estrellas') es una adaptación del poema 'Defensa del Fuerte McHenry' escrito por el abogado Francis Scott Key, durante la Guerra de 1812 y declarado como himno nacional por una resolución del Congreso el 3 de marzo de 1931.
El poema de cuatro versos es practicamente desconocido para el mundo, ya que los estadounidenses entonan únicamente el primero. Sin embargo, el tercer verso es el más conflictivo y epicentro de la controversia: 'Ningún refugio salvará a los mercenarios y esclavos del terror de la huida o la oscuridad de la tumba'.
Según la cadena BBC, este verso se interpreta como una celebración de las muertes de esclavos que combatieron en el lado británico, a quienes se les ofreció su libertad por unirse a la guerra.
Para el profesor de Ciencia Política Jason Johnson, el himno es 'una de las canciones más racistas, a favor de la esclavitud y contra los negros'. El experto afirma que Key era un aristócrata que favorecía la esclavitud y consideraba a los afroamericanos como seres inferiores.
La ley de Estados Unidos establece que durante la interpretación del himno, todos los presentes deberán permanecer en pie hacia la bandera con la mano derecha sobre el pecho. Así, la polémica sobre las protestas durante el himno se acentuó en el Estadio Wembley de Londres, donde los Ravens de Baltimore y los Jaguars de Jacksonville se enfrentaron.
Algunos jugadores de ambos equipos se arrodillaron durante la interpretación del himno estadounidense, mientras que se levantaron para escuchar el de Inglaterra.
Los dueños de los equipos respondieron a los comentarios y Twitters del presidente Trump, con Robert Karft, de los Patriots de Nueva Inglaterra, a la cabeza.
Kraft, que hizo una donación a la campaña de Trump, admitió en un comunicado oficial que estaba 'profundamente decepcionado' por el tono de los comentarios hechos por el presidente.
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Durante la interpretación del himno antes del partido de los Patriotas contra los Texas de Houston, el mariscal de campo, Tom Brady, se mantuvo de pie con los brazos agarrados a otros jugadores, mientras que 20 o más de sus compañeros de equipo se arrodillaban.
La misma estampa se registró en otros campos de la NFL como en Filadelfia, East Rutherford (Nueva Jersey), Detroit, Minneapolis, donde estuvieron los directivos y dueños de los equipos de los Eagles, Dolphins de Miami, Falcons de Atlanta, y Vikings.
Sin embargo, la reacción de los aficionados en todos los campos ha sido de abucheos generalizados contra las acciones de los profesionales de la NFL y sus directivos.
