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Muere Enrique Centeno Reneau en La Ceiba

  • 23 agosto 2015 /

La salud del ex futbolista se complicó en los últimos días y falleció este domingo.

La Ceiba, Honduras.

Enrique Centeno Reneau perdió este domingo el último partido de su vida. La enfermedad que adolecía desde hace años no le dio más tiempo extra en su búsqueda por recuperarse. La muerte se lo llevó para siempre.

'Quique' Reneau, aquel espigado ex futbolista oriundo de Jutiapa, Atlántida, que le dio glorias al Victoria, Marathon, Olimpia, Real España y Vida, así como en la Selección Nacional de Honduras se nos fue. Un paro cardiorrespiratorio le quitó los intentos de seguir con vida.

El delantero hondureño que estaba hospitalizado desde hace unos días en un centro asistencial privado de La Ceiba, luego de haber regresado de El Salvador hace una semana de un tratamiento de una recaída que sufrió producto de una enfermedad neuromotora que venía padeciendo desde hace más de un año.

Antes de viajar al hermano país, Reneau buscó ser atendido en Estados Unidos, pero las autoridades migratorias de este país le negaron la visa para viajar. Aun así, no se dio por vencido y decidió continuar tocando puertas, lamentablemente, sus fuerzas y sus aspiraciones por seguir viviendo, se esfumaron en el momento en que el fútbol hondureño seguía atento a la salud del ex seleccionador nacional José de La Paz Herrera, mejor conocido como Chelato Uclés, quien también se encuentra en estado delicado de salud.

La muerte de Centeno sorprendió, a su familia, ex compañero de carrera, amigos y futbolistas, que aun conservaban la esperanza de ver en mejores condiciones al ex seleccionador nacional.

Aquel jugador de tez trigueña y figura delgada, con habilidades de una gacela, inició su carrera futbolística en el año de 1989 con el Victoria. “Él era como un hermano mío, jugamos juntos, él era parte de mi familia, ayer estuvimos platicando dándole ánimos”, recordó Jorge Pineda, director técnico de los jaibos y ex compañero de Reneau.

La situación del ariete hondureño empezó a complicarse deste este mismo domingo en horas de la mañana, su estado no le permitía poder hablar, por lo que fue trasladado de emergencia al Hospital D'Anthony, adonde falleció en horas de la tarde.

La enfermedad de Reneau evolucionó rápidamente. 'Todo inició en julio (2013) cuando estaba jugando un partido y sentí que al bracear perdí agilidad, entonces decidí no volver a jugar', dijo en su momento.

En Estados Unidos trabajaba pintando casas, pero llegó en un momento en que no podía hacer esta labor. 'Cuando agarraba la brocha perdí fuerzas y al pasar el tiempo no podía hacerlo más, no tuve ningún accidente para pensar que fue producto de algo así', relató hace un año el ex jugador.

Tras conocerse la noticia de la muerte de la 'Gacela' Centeno, muchas personalidades del futbol local de La Ceiba, abarrotaron el centro asistencial, a medida iban transcurriendo las horas más se iban sumando.

El pueblo ceibeño, nunca lo dejó de la mano, en el clásico local del pasado sábado entre Victoria y Vida, una parte de la recaudación en la taquilla fue para apoyar la salud del ex jugador, que 24 horas más tarde se adelantó para siempre.

El ex futbolista hondureño que también debutó en equipos de Primera División de El Salvador, Guatemala, México y Perú, fue ovacionado por su velocidad y habilidad en el manejo del balón, atributos que le valieron ganarse el apodo de La Gacela.

Puso fin a su carrera futbolística en el 2006, durante esos años hasta el 2013 permaneció en los Estados Unidos, a partir de entonces el mal fue evolucionando hasta llevarlo a perder la movilidad en sus brazos.

A pesar de los grandes esfuerzos que se hicieron para devolverle la salud a Centeno y recuperar la vida normal que llevaba hace más seis años, su situación empeoró. Los que quisieron hacer más, lamentan que la embajada de Estados Unidad le haya negado la visa al ex futbolista hondureño para someterse en ese país a un tratamiento que solo allá se encuentra.

Entre esos lamentos, los recuerdos de sus gloriosas jugadas que se convirtieron en goles y alegrías, y su lucha digna y fuerte por mantenerse vivo hasta el final, así como lo hizo en cada partido, es lo que más ha hecho grande la memoria de este humilde, sencillo y agradecido jugador, en cada pase de su vida nunca se cansó de agradecerle a Dios, a su familia y a sus equipos, a sus aficionados.