Luego de que los sampedranos vivieran horas de tensión y violencia, ahora en la capital industrial se respira tranquilidad y y relativamente gran calma.
Las calles de la ciudad lucen algo vacías porque todavía existe la incertidumbre entre la población de que pudiera volver a resurgir una nueva turba. Sin embargo, el toque de queda decretado ayer en horas de la noche por el Gobierno, ha provocado calma entre los hondureños.
Algunos negocios y centros comerciales han colocado láminas metálicas en sus ventanas y paredes como medida de protección.
El toque de queda será por 10 días e inicia a las 6:00 pm. y culmina a las 6:00 am.
Hasta este momento la carretera CA-5 que conecta a San Pedro Sula con Tegucigalpa, está libre el tráfico vial.
Cuadrillas de limpieza
Desde tempranas horas del día, empleados municipales realizan el aseo en las calles y retiran los escombros de las barricadas hechas por manifestantes y basura dejada por los saqueadores de tienda.
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Los negocios, que suspendieron actividades ayer después de las 10 de la mañana, hoy están abriendo sus puertas para atender a los clientes. A su vez, muchos sampedranos ya retornan a sus trabajos.
La tercera avenida, que cruza el centro de la ciudad, estuvo vigilada muy temprano por varios contingentes de militares y policías.
Gagoslineras
Las distintas gasolineras de la ciudad están operando normalmente y no hay aglomeramiento de vehículos.