26/04/2024
08:20 AM

Unas seis mil viviendas más tendrá San Pedro Sula

Los urbanizadores solicitan más apoyo a las autoridades municipales para incrementar el número de casas.

    San Pedro Sula, Honduras.

    Con la construcción de más de seis mil viviendas, de bajo precio, empresarios de la costa norte aspiran mitigar la demanda inmobiliaria que experimenta esta ciudad a causa del aumento poblacional.

    En el noreste de la ciudad desarrollan al menos seis proyectos habitacionales dirigidos a familias de ingresos inferiores a los dos salarios mínimos.

    La Frontera, Jucutuma II, Jucutuma III, Altamizales, Los Jícaros, Villanápoles, son algunos de los proyectos que ya se encuentran en construcción o están a punto de arrancar.

    Según Leonardo Villegas, uno de los desarrolladores, “en suma aportarán unas seis mil viviendas”.

    Los precios oscilan entre los L350,000 y L600,000.
    Estas urbanizaciones son desarrolladas “en la zona donde los precios de la tierra son menos caros para que los costos de las casas no sean altos”, explicó Juan Ariel Santos, otro de los empresarios.

    Los urbanizadores desarrollan estos proyectos dentro del esquema de vivienda solidaria que promueve el Gobierno y la Comisión Nacional de Vivienda y Asentamientos Humanos (Convivienda) con el objeto de reducir el déficit habitacional.

    Para estos empresarios, sin embargo, la construcción de estas zonas residenciales en San Pedro Sula son negocios realizados cuesta arriba porque no encuentran, pese a las promesas, apoyo de las autoridades locales y de las instituciones bancarias.

    Leonardo Villegas, uno de los urbanizadores, es del criterio que la cantidad de casas podría aumentar si hubiera mayor apoyo de la Municipalidad y la banca.
    “Le pedimos a la Municipalidad de San Pedro Sula que permita la comunicación. Hemos mandado cartas para socializar los problemas, y no contestan”, criticó el urbanizador Fernando Naranjo.

    Estos empresarios están insatisfechos con la Municipalidad porque no agiliza trámites burocráticos y no invierte en infraestructura en las zonas de crecimiento.

    “Las autoridades parece que fueran enemigas nuestras. Para dar un permiso de construcción demoran más de un mes y hay que pagar 21,000 lempiras”, dijo el desarrollador Carlos Caraccioli.

    Caraccioli manifestó que “hay muchas trabas que impiden el desarrollo de proyectos, por ejemplo, hay doble cobro de servicios públicos”; no obstante, procuran vender a precios bajos.