19/05/2024
08:28 PM

Tomas de carreteras dan un golpe brutal a la economía de Honduras

Generan beneficios a unos pocos y causan daños en toda la estructura productiva del país. El comercio, turismo, agricultura, manufactura y otros sectores pierden millones.

San Pedro Sula, Honduras

En diciembre del año pasado, mientras grupos de manifestantes politizados descargaban la furia encendiendo llantas y bloqueando carreteras, Sergio Mateo lanzaba al basurero unos 6 mil aguacates podridos valorados en más de 40,000 lempiras, unos 1,700 dólares.

En junio, cuando los transportistas de carga pesada cerraron las carreteras para presionar al Gobierno, una vez más tuvo que llevar al vertedero varios centenares de papayas en mal estado. En julio, a causa de los bloqueos de calles ejecutados por los taxistas, Mateo sufrió nuevamente otro golpe: mandó a la basura varios quintales de frutas descompuestas.

“Se nos pudren las frutas porque la gente no viene a comprar. Nosotros ya no aguantamos los daños económicos que nos causan con esas tomas. En este país, unos pocos hacen lo que quieren en las calles y carreteras y con eso afectan a todos los que trabajamos”, dice Mateo.

En la Central de Abastos de Sula, Mateo y otro socio poseen una bodega donde venden al detalle y al mayoreo piñas, papayas, aguacates, pepinos y habichuelas a dueños de restaurantes, hoteles y otros negocios.

“Las tomas de carreteras y calles nos afectan a todos, ya que nosotros les compramos las frutas a intermediarios.

Contratos
La maquila, con más de 140,000 empleos, también es afectada porque sus contenedores no cruzan las carreteras.
Ellos no pueden venir a dejarlas porque no pasan por las carreteras y nosotros no podemos vender porque los compradores no vienen. Solo yo genero trabajo a tres personas algunos días. Para descargar una pailada necesito a cinco personas. Con ese problema, todos salimos perdiendo y esa gente no se pone a pensar en los daños que causan al país”, lamenta.

En esta central, en el sureste de San Pedro Sula, permanecen abiertas más de 300 bodegas, que emplean de manera permanente y ocasional a más de 5,000 personas y hacen negocios con intermediarios y centenares de productores.

Foto: La Prensa

Todos los comerciantes del país son afectados por los bloqueos de carreteras.
Aquí, donde el ajetreo de camiones y carros comienza en la madrugada y concluye en la noche, todo el mundo se queja y desaprueba cualquier acción que implique la obstrucción de vías públicas, puesto que son fatales contra cualquier negocio.

“Nosotros perdemos dinero. Si ganamos, el dinero va para nuestra bolsa, y si perdemos sacamos de nuestra bolsa. Si se pusieran a pensar y a sacar cuentas, este lugar pierde millones, y no digamos todo el país”, dice Allan Josué Carranza, otro vendedor.

Rogelio Fuentes, quien en estos días vende melones en la Central, ha llegado a la conclusión de que “las tomas de las carreteras son un grave problema porque afectan a toda una cadena de comerciantes”.
“Mi patrón pierde dinero porque se pudren los melones. Cuando hay tomas, el camión del proveedor debe regresar a Guatemala porque no puede pasar, y si no hay melones aquí se encarecen en el mercado. Esto también afecta a otros, como la gente que hace licuados, dejan de vender jugos y pueden hasta quebrar porque son comerciantes pequeños”, ejemplifica.

Los intermediarios, como Roberto Navarro, creen que los grupos de presión “deben buscar otras formas de protestar, pues salen afectados ellos mismos porque al final son consumidores”.

Según él, los hondureños “tenemos un espejo aquí cerca”, Nicaragua, un país que estaba creciendo económicamente y ahora volverá a sumergirse en la pobreza a causa de este tipo de manifestaciones.

“Me dedico a comprar piñas, aguacates, papayas, verduras, apio. Cuando hay tomas, me toca botar y perder la inversión. Yo he perdido L200 mil, L300 mil con esas tomas de dos o tres días. Yo compro productos aquí en la Central y los vendo en Gracias, Lempira, y por las tomas muchas veces no pueden viajar”, comparte.

Foto: La Prensa

Ellos consideran que los grupos de presión deben buscar otras formas de manifestarse porque también ellos resultan perjudicados económicamente.
Efecto

Mateo, Carranza, Fuentes, Navarro, los colegas de ellos, los empresarios pequeños, medianos y grandes de todo el país dan vida a la actividad comercial, uno de los sectores que impulsa el crecimiento del producto interno bruto del país (PIB).

Por ejemplo, en el primer trimestre de 2018, el PIB creció 0.9% respecto a los últimos tres meses de 2017 (afectados por la crisis poselectoral) y registró una tasa interanual de 3.1%, de acuerdo con el Banco Central de Honduras (BCH).

Pese a que las obstrucciones de vías públicas de los últimos meses afectaron el comercio, el turismo y otros sectores, Wilfredo Cerrato, presidente del BCH, está optimista porque la economía ha presentado un desempeño positivo durante el primer semestre.

Esta semana, el BCH publicará el índice mensual de actividad económica (Imae) de junio, el cual, según Cerrato, “está interesante”.

El Imae, que considera el bloqueo de vías terrestres y huelgas en el análisis del comportamiento económico, es la única herramienta oficial que analiza el desempeño de la intermediación financiera, los seguros y fondos de pensiones, la industria manufacturera, el comercio, las comunicaciones, la electricidad, construcción, transporte, almacenamiento, agricultura, ganadería, silvicultura y pesca.

Cerrato advierte que inevitablemente “el bloqueo en el tránsito de personas y bienes causa problemas al productor. Este se queda sin insumos para producir y es un problema cuando quiere vender. Tiene problemas quien compra el producto que tiene predestinado vender”.

“El consumidor también es afectado porque no le llega un bien o un servicio. Al final, todo esto afecta al que vende insumos, a quien produce un bien final, y afecta al usuario”, asegura. “Todo eso va en detrimento de la economía.

Afecta más a los micro y pequeños empresarios porque con lo que generan en el día vuelven a producir. Los medianos y grandes son afectados, pero financieramente tienen más capacidad para resistir una crisis. Con estos bloqueos están aniquilando a los emprendedores”.

Aparte de causar millonarias pérdidas, que ni el Gobierno ni el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) logran calcular con precisión, estas protestas deterioran la imagen del país y frenan la llegada de inversiones extranjeras.

“Cualquier paro afecta la economía y la confianza. Hemos venido construyendo confianza no solo a nivel nacional, sino internacional, y eso no debemos perderlo. Hemos sido un país bien calificado por Standard & Poor’s y Moody’s y la inversión ha venido creciendo”, dice Arnaldo Castillo, secretario de Desarrollo Económico.

Foto: La Prensa