Nueva York, Estados Unidos.
La audiencia que enfrentarán el próximo viernes 18 de marzo Yani y Yankel Rosenthal puede ser clave para el caso en su contra o un simple trámite, todo dependerá de lo que ellos decidan hacer: enfrentar un juicio por los cargos de lavado de activos vinculados al narcotráfico o llegar a un acuerdo con la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York que los acusó.
La comparecencia del viernes es una “conferencia previa al juicio”. En ésta Yani, de 50 años; Yankel, de 47, y el abogado Andrés Acosta García, 40 años, también acusado en el mismo caso, deberán nuevamente determinar cómo se declaran de los cargos en su contra. En las audiencias anteriores, todas por separado, cada uno de los acusados se declaró “no culpable”.
De reafirmar esta declaración, la audiencia del viernes solo sería para que el juez federal de Distrito, John G. Koeltl, quien lleva el caso, determine aspectos futuros del juicio. Como la fecha de inicio de su realización, el material solicitado por las partes antes del juicio, los testigos que serán permitidos, entre otros.
Además el juez federal, la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York y los acusados, acompañados de sus abogados, determinan en la “conferencia previa al juicio” qué incluyen las acusaciones y qué no.
La otra posibilidad
Desde que Yani, Yankel y Acosta García se presentaron individualmente ante las autoridades de Estados Unidos hasta ahora, sus abogados defensores realizan una investigación minuciosa de las pruebas que hay en contra de cada uno de sus representandos.
De esta forma, pueden asesorarlos para hablarles sobre las posibilidades que tienen ante las acusaciones en su contra y recomendarles qué hacer. Si Yani, Yankel o Acosta García lo deciden, podrían optar por hacer un acuerdo o arreglo con la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York aceptando los cargos en su contra u ofreciendo cooperación, o ambas cosas, lo cual podría resultar en la reducción de la pena que piden los fiscales que se les imponga. En caso de que eso suceda, se fija una audiencia futura en la cual el juez federal de distrito emite una decisión sobre el caso.
La posibilidad de realizar acuerdos en una “conferencia previa al juicio” está estipulada en el Reglamento Federal del Procedimiento Penal de los Tribunales de Estados Unidos.
Como explica el Comité del Poder Judicial de Estados Unidos: “Por sí solo, o por moción de una de las partes, el tribunal puede realizar una o más conferencias previas al juicio para promover un juicio justo y expedito, o en caso de que las partes (acusador y acusado) lo decidan, realizar un acuerdo que evite el juicio. Cuando termina una conferencia, el tribunal debe preparar y presentar un memorando de cualquier asunto acordado durante la conferencia.
En caso de proceder a un juicio, el Gobierno no puede utilizar ninguna declaración hecha durante la conferencia por el acusado o el abogado del acusado a no ser que sea por escrito y esté firmada por el acusado y el abogado de la parte demandada”.
Tiempo
Por su parte, el Centro Judicial Federal de Estados Unidos elaboró el documento “Los Tribunales Federales y lo que Hacen”, en el cual explican que el motivo de realizar las conferencias previas al juicios es “facilitar los acuerdos o arreglos, que aceleren la conclusión del juicio”.
El Reglamento Federal del Procedimiento Penal de los Tribunales de Estados Unidos establece que la conferencia previa al juicio tiene como principales fines: “ (1) Acelerar la disposición del proceso; (2) El establecimiento del temprano y continuo control para evitar que el juicio sea prolongado por una mala gestión; (3) descartar actividades innecesarias previas al juicio; (4) mejorar la calidad del juicio mediante una preparación exhaustiva y (5) facilitar un acuerdo (arreglo o solución)”.
El caso en Estados Unidos contra Yani, Yankel y el abogado Acosta se realizar luego de que la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York los acusara por lavado de activos vinculados al narcotráfico el 7 de octubre de 2015.
El caso se había mantenido en secreto desde 2013, fecha en que se interpuso la denuncia en el Palacio de Justicia “Daniel Patrick Moynihan” en Manhattan. El empresario y político Jaime Rosenthal Oliva (79) también está acusado en este caso, pero permanece en Honduras porque aún enfrenta un juicio en el país. Estados Unidos lo pidió en extradición el 2 de enero pasado.
La audiencia que enfrentarán el próximo viernes 18 de marzo Yani y Yankel Rosenthal puede ser clave para el caso en su contra o un simple trámite, todo dependerá de lo que ellos decidan hacer: enfrentar un juicio por los cargos de lavado de activos vinculados al narcotráfico o llegar a un acuerdo con la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York que los acusó.
La comparecencia del viernes es una “conferencia previa al juicio”. En ésta Yani, de 50 años; Yankel, de 47, y el abogado Andrés Acosta García, 40 años, también acusado en el mismo caso, deberán nuevamente determinar cómo se declaran de los cargos en su contra. En las audiencias anteriores, todas por separado, cada uno de los acusados se declaró “no culpable”.
De reafirmar esta declaración, la audiencia del viernes solo sería para que el juez federal de Distrito, John G. Koeltl, quien lleva el caso, determine aspectos futuros del juicio. Como la fecha de inicio de su realización, el material solicitado por las partes antes del juicio, los testigos que serán permitidos, entre otros.
Además el juez federal, la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York y los acusados, acompañados de sus abogados, determinan en la “conferencia previa al juicio” qué incluyen las acusaciones y qué no.
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La otra posibilidad
Desde que Yani, Yankel y Acosta García se presentaron individualmente ante las autoridades de Estados Unidos hasta ahora, sus abogados defensores realizan una investigación minuciosa de las pruebas que hay en contra de cada uno de sus representandos.
De esta forma, pueden asesorarlos para hablarles sobre las posibilidades que tienen ante las acusaciones en su contra y recomendarles qué hacer. Si Yani, Yankel o Acosta García lo deciden, podrían optar por hacer un acuerdo o arreglo con la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York aceptando los cargos en su contra u ofreciendo cooperación, o ambas cosas, lo cual podría resultar en la reducción de la pena que piden los fiscales que se les imponga. En caso de que eso suceda, se fija una audiencia futura en la cual el juez federal de distrito emite una decisión sobre el caso.
La posibilidad de realizar acuerdos en una “conferencia previa al juicio” está estipulada en el Reglamento Federal del Procedimiento Penal de los Tribunales de Estados Unidos.
Como explica el Comité del Poder Judicial de Estados Unidos: “Por sí solo, o por moción de una de las partes, el tribunal puede realizar una o más conferencias previas al juicio para promover un juicio justo y expedito, o en caso de que las partes (acusador y acusado) lo decidan, realizar un acuerdo que evite el juicio. Cuando termina una conferencia, el tribunal debe preparar y presentar un memorando de cualquier asunto acordado durante la conferencia.
En caso de proceder a un juicio, el Gobierno no puede utilizar ninguna declaración hecha durante la conferencia por el acusado o el abogado del acusado a no ser que sea por escrito y esté firmada por el acusado y el abogado de la parte demandada”.
Tiempo
Por su parte, el Centro Judicial Federal de Estados Unidos elaboró el documento “Los Tribunales Federales y lo que Hacen”, en el cual explican que el motivo de realizar las conferencias previas al juicios es “facilitar los acuerdos o arreglos, que aceleren la conclusión del juicio”.
El Reglamento Federal del Procedimiento Penal de los Tribunales de Estados Unidos establece que la conferencia previa al juicio tiene como principales fines: “ (1) Acelerar la disposición del proceso; (2) El establecimiento del temprano y continuo control para evitar que el juicio sea prolongado por una mala gestión; (3) descartar actividades innecesarias previas al juicio; (4) mejorar la calidad del juicio mediante una preparación exhaustiva y (5) facilitar un acuerdo (arreglo o solución)”.
El caso en Estados Unidos contra Yani, Yankel y el abogado Acosta se realizar luego de que la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York los acusara por lavado de activos vinculados al narcotráfico el 7 de octubre de 2015.
El caso se había mantenido en secreto desde 2013, fecha en que se interpuso la denuncia en el Palacio de Justicia “Daniel Patrick Moynihan” en Manhattan. El empresario y político Jaime Rosenthal Oliva (79) también está acusado en este caso, pero permanece en Honduras porque aún enfrenta un juicio en el país. Estados Unidos lo pidió en extradición el 2 de enero pasado.
