El Corpus, Choluteca, Honduras.
Ayer empezó la primera fase del rescate de los cadáveres de ocho mineros que quedaron soterrados en la mina el pasado 2 de julio.
Las detonaciones con pólvora en el cerro Cuculmeca, de San Juan Arriba, iniciaron a las 11:41 am; cinco o seis explosivos estallaron simultáneamente en cada uno de los 17 agujeros.
Hora y media más tarde se repitieron los estallidos; la faena representa la primera fase del plan para extraer los cuerpos inertes de los mineros.
Se espera que las explosiones continúen la próxima semana para luego inspeccionar el cerro y verificar si se ha logrado la estabilización requerida para meter maquinaria pesada a la zona.
Agapito Rodríguez, director del Instituto Hondureño de Geología y Minas (Ingeomin), dijo que en la primera jornada se cumplió la primera voladura del cerro, que, según los técnicos, se desarrolló eficazmente.
Rodríguez explicó que la cantidad de explosivo se controló porque el propósito no es que el cerro se venga abajo, sino estabilizarlo internamente.
“Esos túneles que pretendemos sellar hoy con las explosiones darán una mejor estabilidad al terreno para meter la maquinaria y así trabajar de manera más segura”, agregó el funcionario.
Se espera dar a conocer hoy el informe geofísico que informará sobre la estabilidad lograda en el suelo del cerro Cuculmeca.
El área que se estabilizará es de 1,684 hectáreas reservadas por el Estado hondureño para la explotación de la minería artesanal de El Corpus.
Se estima que se invertirán 28 millones de lempiras para extraer los cadáveres.
Seguridad
Los familiares de los mineros llegaron con la esperanza de que con las primeras explosiones comenzara el retiro de los materiales sueltos para permitir buscar los cadáveres, pero se mostraron descontentos al conocer que las labores durarán varias semanas.
Según el minero Marvin López, las detonaciones no generaron ningún impacto en la zona, pues consideran que habría sido más efectivo hacerlo artesanalmente.
Ayer empezó la primera fase del rescate de los cadáveres de ocho mineros que quedaron soterrados en la mina el pasado 2 de julio.
Las detonaciones con pólvora en el cerro Cuculmeca, de San Juan Arriba, iniciaron a las 11:41 am; cinco o seis explosivos estallaron simultáneamente en cada uno de los 17 agujeros.
Hora y media más tarde se repitieron los estallidos; la faena representa la primera fase del plan para extraer los cuerpos inertes de los mineros.
Se espera que las explosiones continúen la próxima semana para luego inspeccionar el cerro y verificar si se ha logrado la estabilización requerida para meter maquinaria pesada a la zona.
Agapito Rodríguez, director del Instituto Hondureño de Geología y Minas (Ingeomin), dijo que en la primera jornada se cumplió la primera voladura del cerro, que, según los técnicos, se desarrolló eficazmente.
Rodríguez explicó que la cantidad de explosivo se controló porque el propósito no es que el cerro se venga abajo, sino estabilizarlo internamente.
“Esos túneles que pretendemos sellar hoy con las explosiones darán una mejor estabilidad al terreno para meter la maquinaria y así trabajar de manera más segura”, agregó el funcionario.
Se espera dar a conocer hoy el informe geofísico que informará sobre la estabilidad lograda en el suelo del cerro Cuculmeca.
El área que se estabilizará es de 1,684 hectáreas reservadas por el Estado hondureño para la explotación de la minería artesanal de El Corpus.
Se estima que se invertirán 28 millones de lempiras para extraer los cadáveres.
Seguridad
Los familiares de los mineros llegaron con la esperanza de que con las primeras explosiones comenzara el retiro de los materiales sueltos para permitir buscar los cadáveres, pero se mostraron descontentos al conocer que las labores durarán varias semanas.
Según el minero Marvin López, las detonaciones no generaron ningún impacto en la zona, pues consideran que habría sido más efectivo hacerlo artesanalmente.
