30/04/2024
09:41 AM

Mineros hondureños claman por reapertura de la mina Cuculmeca

Autoridades de Honduras contemplan ampliar la veda para extraer oro, pero el miércoles se sabrá la determinación final.

El Corpus, Choluteca, Honduras.

La desesperación asoma en el rostro de los mineros de San Juan de Arriba, que cumplen un mes de estar sin ingresos. Desde que la Corporación Municipal de El Corpus emitió la ordenanza municipal, la vida de las comunidades en este municipio cambió; pasan por la peor crisis de sus vidas y aseguran que si no les devuelven la única fuente de empleo en la zona, los condenarían a morir de hambre.

En apenas 30 días se siente la ausencia de circulante, la economía de poblados enteros cuyos negocios sobrevivían por los mineros resienten la baja en sus ventas y las madres hacen milagros en las casas para darles a sus hijos aunque sea un tiempo de comida.

Lea: Entregan provisiones a familias de mineros de El Corpus

En la visita de LA PRENSA por varios hogares de los mineros se constató que las reservas de alimento se agotaron y que la hornilla dejó de encenderse en muchos de ellos.

El 6 de agosto es clave; será un miércoles decisivo para los mineros, ya que es cuando las autoridades definirán si regresan a trabajar en los túneles de la mina para sacar la broza o si por el contrario extienden la veda hasta que la maquinaria ingrese a la montaña.

El estudio de expertos es determinante para medir la fortaleza del terreno y determinar el sitio donde podrían estar los ocho cuerpos de los mineros que quedaron sepultados el 2 de julio en uno de los túneles y no han sido rescatados.

La organización de los mineros es prioridad. Deben formar tres cooperativas como requisito para ir dando pasos en el proyecto del parque industrial minero.

Ver además: Proponen hacer un parque minero en municipio de El Corpus

Esta semana, una capacitación en San Juan Arriba, Agua Fría y Chahuites será el preámbulo de la elección de la junta directiva de los mineros, que tendrá como misión exigirle al Gobierno el inicio a corto plazo del proyecto para garantizarles empleo a los cinco mil mineros que han hecho del trabajo artesanal su medio de vida.

Desesperanza

Las deudas se acumulan, los ahorros se agotan y para colmo no están seguros de que la mina se abra para regresar a laborar en los túneles subterráneos y tener el salario para alimentar a sus familias. Esa es la realidad de los mineros, que tras el derrumbe del 2 de julio no solo perdieron a ocho de sus compañeros, sino que se quedaron sin trabajo.

En sus casas, unos pocos continúan trabajando clandestinamente en las rastras, donde lavan los residuos que les quedaron de la tierra que recolectaron en los túneles antes de la tragedia. “Ya casi todo se acabó; no quedó material ni tenemos empleo. Todo se terminó. Algunos tenían dinero guardado y otros han trabajado en otras cosas, pero es una minoría para la cantidad de mineros que viven solo de escarbar la tierra. El dinero escasea. Si no nos van a dejar trabajar en la mina, no sabemos qué va a pasar con nosotros”, dijo Samuel Andrade, minero de San Juan de Arriba.

Moler la arenilla se ha convertido en la actividad de un reducido grupo de mineros; en una jornada de ocho horas logran extraer a veces de cuatro a seis gramos. Les pagan 535 lempiras por cada gramo.

“Nos están obligando prácticamente a delinquir. Pónganse en nuestro lugar; solo buscamos darles el pan a nuestros hijos. Estamos desesperados.

La situación es difícil. No comemos; necesitamos que nos dejen trabajar, pero la Policía viene a impedirnos que ganemos para el pan. Aquí hemos quedado en reuniones, pero no se arregla nada; estamos desesperados. Ayúdennos, por favor”, dijo Félix Galindo, uno de las decenas de mineros que en su casa es testigo fiel de la falta de comida, de no tener dinero para enviar a sus hijos al colegio porque hace dos semanas se quedaron sin nada.

Los detienen

Mientras LA PRENSA visitaba las viviendas en la comunidad de San Juan de Arriba, elementos militares trasladaban a seis mineros de Agua Fría a la posta policial en Choluteca. Los seis hombres fueron sorprendidos excavando en los túneles.

Los uniformados cumplieron la ordenanza y se los llevaron presos. “Se ha detenido a unas 20 personas en este mes de veda porque han violentado la ordenanza municipal. A los detenidos se les sigue un procedimiento legal por el delito de desacato”, explicó Rodolfo Nuila, subjefe de la Policía en Choluteca.