28/04/2024
05:05 PM

'Me incomoda la gente con capucha”: Francisco Herrera

El nuevo rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah) tiene como objetivo estabilizar esta institución en seis meses.

San Pedro Sula, Honduras.

Francisco Herrera, el nuevo rector de la Unah, siente que tiene los nervios templados, la tolerancia a cualquier idea y capacidad de diálogo. Sin embargo, le causa incomodidad “una persona encapuchada”.

Para superar la crisis de esta institución está dispuesto a negociar, siempre y cuando los del bando opositor descubran su rostros y muestren sus cartas sobre la mesa de manera sincera y franca.

Usted dice que es una persona de diálogo. ¿Con esta herramienta logrará resolver la crisis de la universidad?

Yo tengo le esperanza, la fe y la intención de hacerlo. Lastimosamente no estamos en la capacidad de dar una garantía; sin embargo, hoy mismo comenzamos a hacer acercamientos con los jóvenes. El acercamiento ha sido bien recibido de su parte. Les explicamos las dificultades que hay, las limitaciones que hay, pero ellos, al mismo tiempo, dieron señales de tener la voluntad de sentarse a conversar. Lo primero que ellos me mencionaron fue hasta dónde estaba dispuesto yo en el tema judicial y claramente les dije que ese tema no lo podía tocar porque se escapa de nuestra jurisdicción, está en manos del Ministerio Público, de igual manera, les dije que teníamos que sentarnos con el equipo legal.

'Me incomoda la gente con capucha”: Francisco Herrera

Acepta el debate político (de sectores externos) dentro de la Universidad, siempre y cuando no tenga fines proselitistas.
¿Es amigable? ¿Puede entablar una conversación con cualquier persona, independientemente de la edad y la profesión?

Afortunadamente, sí. Es una de las características que he tenido. Cuando trabajaba en el Ministerio Público como director de Medicina Forense en San Pedro Sula, prácticamente conversaba con todos. Esa es una característica que la aprendí cuando estaba pequeño. Sé que la tengo y no pretendo perderla, trataré de potenciarla.

¿Era un buen o un mal estudiante?

Yo me consideré un estudiante bueno. Me esforzaba mucho. Teníamos un grupo extraordinario, ahora son mis colegas. Trabajamos mucho, estudiamos fuerte, fue una etapa muy valiosa en mi vida.

¿Hay estudiantes que desean dañar la universidad o estudiantes que desean el progreso?

Siento que la inmensa mayoría de los estudiantes, me refiero arriba del 95%, tiene el deseo que la normalidad académica retorne. Hay que tomar en cuenta que en una comunidad universitaria estudiantil que se aproxima a los 90 mil, evidentemente no puede haber una sola línea de pensamiento y precisamente la Universidad de eso se trata, de tener pluralidad de ideas y pluralidad de pensamiento. Entonces, lo importante, lo interesante es que nosotros nos podamos sentar a combatir, debatir o compartir ideas de una manera de altura. Si no podemos compartir ideas, las vamos a tratar con respeto. No podemos descalificar a nadie por pensar diferente. Esa es la parte que nosotros debemos entender y los jóvenes deben comprender, que si no logran salir con la suya en un 100%, significa hacer una acción de daño contra la institución.

Cuando era director, ¿se sintió mal, ofendido o incomodado por estudiantes o catedráticos?

En realidad, incomodarme, me incomodaba cada momento que había una toma. El hecho de llegar y no acceder a la universidad, eso, evidentemente, provoca incomodidad. Me provoca incomodidad encontrarme con gente encapuchada, considero que no es normal que una persona se cubra el rostro y, además, no tengo la garantía de que se trate de un estudiante universitario. Desde el punto de vista estrictamente personal, nunca sentí incomodidad, nunca he sentido rechazo. He tenido una buena apertura, algunos estudiantes han estado en desacuerdo conmigo. Desde que inicié con el desarrollo de mi carrera de Medicina y pasé a ser jefe de la Escuela de Ciencias de la Salud y posteriormente director, nunca he tenido una situación de conflicto que me impida, por ejemplo, deambular por el campus. Cuando yo quiero deambular por el campus lo hago sin ningún inconveniente, nunca he tenido rechazos, ni insultos.
Eso me llena de satisfacción. En este momento me encuentro ansioso porque regreso al campus con una investidura diferente. Quiero saludarlos y manifestar mi cariño. No tengo el temor que puede tener una persona que debe algo. Me siento completamente orgulloso, me siento enamorado del campus y con el deseo de darles el apoyo a los estudiantes desde el lugar donde me encuentro.

Como director, ¿cometió algún error y logró pedir disculpas a alguien?

En realidad, algún error cometido y haya pedido disculpas, creo que no… Quizás cuando choqué con alguien en un pasillo, es lo más cercano que haya tenido para pedir disculpas. He sido lo más cuidadoso posible en mi ejercicio profesional, no he tenido algo que lamentar, algo que recriminar a alguien.

¿Soñó con ser rector cuando era director?

Nunca se me cruzó por la mente. No estaba con un proceso de ambición en ese sentido. Mi norte ha sido la Unah Valle de Sula. Voy a tratar, desde mi posición de rector, agilizar algunos proyectos que tenemos pendientes en el Valle de Sula.

¿Tiene todas las capacidades para enfrentar los desafíos de la Unah o le hace falta alguna?

No quiero presumir de arrogante, pero puedo manifestar que tengo la suficiente experiencia para afrontarla. No tendré todas las respuestas a todos los problemas, pero tengo la ventaja que soy un buen escucha y, además, tengo la enorme ventaja de tener un buen equipo de trabajo. Entonces, creo que tengo la capacidad para conocer mis limitaciones y poder hacer las consultas pertinentes en el momento que las precise. Estar al frente de una macrouniversidad, me siento cómodo porque tengo el equipo suficiente para dar una respuesta a la pregunta en el momento que sea necesario.

¿En seis meses logrará lo que está estructurando en su mente para lograr cambios en la Unah?

Seis meses, realmente, es una cifra que se ha lanzado, así como matemática. En realidad es probable que sean siete, ocho meses.

Va a depender realmente del tiempo que logremos hacer que los estudiantes integren el consejo universitario. Es la meta, el mandato que tenemos del decreto 75-2017. Vamos a tratar de hacerlo con el mayor esfuerzo posible. Aún haciendo el máximo esfuerzo posible, los tiempos están complicados para que se cumplan en seis meses. Una vez que se integren al Consejo Universitario tiene que comenzar a formarse la Junta de Dirección Universitaria en propiedad y después de eso lanzar el concurso. Eso escapa los seis meses.

Eso no me asusta y no me preocupa, creo que al final de la historia, siento que hay la posibilidad de que no podemos comparar este paso rectoral con un espacio permanente. Este paso rectoral tiene un mandato específico, tiene que resolver o mejorar académicamente y estabilizar a la universidad. Ese es el norte número uno para que la reforma prevalezca, ahora, tenemos que aprovechar el tiempo para que los proyectos macro de la universidad continúen. Siento que si nosotros logramos la estabilidad universitaria, habremos dado un aporte importante.

¿Logra desconectarse de los temas universitarios antes de dormir?

Sí, para eso he tenido un entrenamiento. Soy médico patólogo y como patólogo me toca vivir el drama humano en su más extrema extensión, tragedias humanas extraordinarias, muy difíciles para otras personas que las ven, aún en ese momento, en situaciones de esa naturaleza, he logrado desconectarme e incorporarme en mi vida familiar. Uno tiene que lograr un punto para parar y atender a la familia, ir al cine, a la iglesia, al restaurante.

¿Siendo director, se sintió nervioso frente a una persona o ante una determinada circunstancia?

No, en ningún momento. Hay momentos de apremio, pero no momentos que lo hagan perder el norte, la cordura o perder el dominio de sí para afrontar la situación.

¿Qué piensa sobre los debates políticos e ideológicos que trasladan al campus?

Los debates políticos e ideológicos son propios del campus universitario. Es necesario tenerlos. Pero es importante que se vean desde la óptica del debate científico, del debate progresivo, para ver cuáles son los pro o los contra, pero no desde el punto de vista proselitista.