El puño amenazador que usó el primer año de gestión de Lobo (2010), las cifras de muertes alcanzaron una tasa de 77.5, misma que se incrementó en 2011 a 86.5 con la cual superó 9.83 veces más la tasa promedio mundial.
El análisis que hace el Observatorio de la Violencia respecto a las muertes ocurridas en 2012 refleja que los hechos violentos por municipio indican que la mayor incidencia de casos se presenta en aquellas ciudades con mayor concentración poblacional: San Pedro Sula, 1,290; Tegucigalpa y Comayagüela, 1,035; La Ceiba, 309; Choloma, 239; El Progreso, 217; Juticalpa, 182 y Villanueva, 172, entre otros.
La mayoría de crímenes que ocurren en el país según el informe del Conadeh son causadas por armas Ak-47, rifles de asalto, ametralladoras, pistolas, revólveres, machetes y puñales. En los últimos años, los registros estadísticos identifican las armas de fuego como el principal instrumento de muerte en el país.
De las 20,644 muertes ocurridas, 17,190, o sea el 84%, fueron ejecutadas con armas de fuego.
Las estadísticas reflejan que en 2012 la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes fue de 85.5 con lo cual no solo se redujo en un punto en comparación al año 2011, sino que se evitó la tasa de crecimiento anual entre tres y diez puntos que se venía suscitando desde el año 2004.
“Es lamentable que 20 personas diarias mueran en promedio violentamente en Honduras y de estas una mujer sea víctima cada 15 horas. Necesitamos una depuración más rápida de la Policía Nacional y queremos que sea más expedito para darle confianza a la población”, expresó Migdonia Ayestas, directora del Observatorio de la Violencia.
De julio a septiembre de 2012, las masacres dispararon el número de decesos violentos, lo que elevó el crecimiento vertiginoso de homicidios.
Pero la violencia también ha tocado las puertas de los miembros de la institución policial, en 2012 perecieron de manera violenta 85 agentes, 12 menos que en 2011, y en los primeros tres meses del 2013 ya van 13 uniformados muertos.
“En el país persiste una crisis financiera e institucional con una violencia extrema que resulta de la precariedad de la seguridad pública frente al desafío de la criminalidad común y organizada. Las debilidades del sistema son fuente de una violencia e impunidad que afectan la vida, la integridad, la libertad y el derecho a la justicia de las personas. Debemos vivir en una sociedad con una vida libre de temores y sobresaltos”, apuntó Ramón Custodio, comisionado nacional del Conadeh.
Políticas de seguridad
Porfirio Lobo Sosa asumió la Presidencia de Honduras apalancado en su promesa de devolver la paz y la tranquilidad a ocho millones de hondureños agobiados por la delincuencia. 38 meses después, las estadísticas confirman el fracaso en las políticas de seguridad implementadas desde el Gobierno.
Durante la gestión Lobo, Honduras ha sido expuesta internacionalmente como el país con la ciudad más violenta del mundo: San Pedro Sula, con una tasa de 173.6 homicidios por cada 100,000 habitantes.
Además, las bandas delictivas han logrado infiltrar a la institución encargada de dar seguridad en el país: la Policía.
En octubre de 2012, la administración Lobo admitió que agentes policiales activos cometían delitos valiéndose de su autoridad. Y debido a una inmensa presión social se anunció una depuración del instituto armado, que acabó con la destitución del ministro de Seguridad, dos directores generales de la Policía y la rotación de casi todos los jefes en los 18 departamentos del país; sin embargo, los esfuerzos parecen no dar los frutos esperados por la población ante la imparable ola de violencia y criminalidad.
Catorce meses después de comenzado este proceso de “limpieza” y el nombramiento de un nuevo ministro junto al director nacional, las extorsiones van en aumento y los crímenes violentos siguen engrosando las cifras de informes como el del Conadeh.
“Sí se ha trabajado y la Policía da resultados”
“Critican que no hay resultados, pero ustedes pregúntense si ha habido resultados. Cuántas bandas se han desarticulado, ustedes pueden dar fe que sí se ha trabajado. Que digan de igual manera que no se ha retenido el incremento de homicidios, sí se han retenido y tenemos estadísticas, no para el que tenga más boca, para hablar, no, nosotros lo demostramos con hechos”, dijo ayer Juan Carlos Bonilla, director de la Policía al consultarle sobre los resultados en el combate a la violencia.
El jefe policial aseveró que se necesita diseñar estrategias diferentes y focalizar los lugares adonde se producen los hechos más violentos.
“Hay que atacar, no permitamos que se atomice el delito o se mute, hay que seguirlo donde vaya. Aquí no vamos a estar hablando y hablando, no me gustar estar en los medios hablando de lo que no puedo hacer, yo creo que hay que hablar de lo que se hace.
Y no quisiera pensar que aquí hay una campaña mediática contra un Poder del Estado, no quiero pensar eso, pero sí quiero decirles que a la institución más fuerte que atacan es la Policía Nacional, si fuera una institución débil que no estuviera dando resultados no la atacarían, pero como saben que se están dando respuestas, saben que nosotros ahora no somos como antes”, dijo Bonilla. Sobre las declaraciones del zar antidrogas estadounidense Brownfield, Bonilla dijo: “Yo no pierdo tiempo. Yo respeto la opinión de los demás, como me gusta que respeten mis opiniones. Vamos a seguir trabajando como corresponde hasta el último día que nos toque estar”.
572 Muertes al mes se reportan en el gobierno de Porfirio Lobo, 19 víctimas diarias.
312 Niños menores de 14 años perdieron la vida en forma violenta de 2010 a 2012.
Víctimas 16,603 personas entre los 15 y 44 años murieron violentamente víctimas de las armas de fuego, armas blancas y otras armas contundentes.
8,492 Asesinatos se cometieron en Cortés, Atlántida, Colón e Islas de la Bahía.
9,591 Fueron asesinadas en Cortés y Francisco Morazán, representando el 47%.
