Choloma, Cortés
Estaba esperando que le marcaran la salida de su unidad hacia San Pedro Sula, cuando de repente Gerardo Enrique Fúnez (35) fue asesinado a balazos.
Su cadáver quedó tendido junto al de otros dos compañeros, quienes fueron atacados por ocho sujetos que llegaron a la terminal y hablarles dispararon contra nueve personas.
Fúnez tenía más de 15 años de trabajar como conductor de buses, era la forma en que se ganaba la vida para sustentar a su familia. Gerardo era conocido como el Guato, deja cinco hijos, entre ellos un bebé de un mes.
Sus parientes relataron que ahora no saben cómo harán para apoyar a su familia, ya que son varios hijos los que están desprotegidos.
La tensión y el dolor eraevidente en el rostro de los conductores y ayudantes de los buses que cubren las rutas del sector López Arellano.
“Por cada bus pagamos 200 lempiras semanales de impuesto de guerra, por lo que no sabemos quiénes fueron los que nos atacaron”, confesó un conductor de buses.
Los transportistas estaban alegres porque después de tanta lucha al fin podían trabajar de forma organizada al estar dentro de una moderna terminal.
“Después de ver tantas muertes de personas con las que convivíamos a diario he decidido dejar de trabajar en el transporte, con mucho sacrificio compré dos buses, pero prefiero morir de hambre antes que ser asesinado por personas despiadadas que no se tocan el alma para acabar con la vida de otros seres humanos”, expresó entre lágrimas un transportista. Conductores y ayudantes del sector López Arellano anunciaron que harán paro de labores hasta que las autoridades hagan algo para darles seguridad.
