Choloma, Cortés
Con solo 22 años de edad, Franco Enrique Sarmiento Maldonado fue otra de las víctimas de la masacre ocurrida ayer en la terminal de buses de la colonia Cerro Verde en la López Arellano.
Sus amigos lo describieron como un joven muy puntual y entregado a su trabajo. “Todos le decíamos Sirenita, la mayoría nos conocíamos solo por los sobrenombres, pero nos llevábamos como hermanos, por eso nos duele la muerte de nuestros compañeros”, dijo uno de los ayudantes que sobrevivió al ataque.
Los amigos de Sarmiento contaron que el joven disfrutaba su trabajo como conductor de buses, ya que hasta en los días libres llegaba a la terminal para estar con sus amigos.
Cuando sus familiares llegaron a la escena del crimen no podían creer que uno de los muertos fuera Franco, porque según ellos tenía muchas aspiraciones en su vida. “Era muy joven para morir, siempre cumplía con su trabajo, era muy servicial y se llevaba con todos sus compañeros”.
