Tegucigalpa, Honduras.
La incapacidad de las instituciones de mantener el abasto y controlar los precios de los granos básicos se puede rastrear hasta los altos montos de deuda y los recortes presupuestarios que afrontan los organismos encargados de ese cometido.
El primero de ellos, el Instituto Hondureño de Mercadeo Agrícola (Ihma), es responsable de conservar la reserva estratégica de granos básicos (maíz y frijol), pero al segundo trimestre de 2014 cuenta con un presupuesto de 58.2 millones de lempiras luego de la reducción de 4.7 millones.
El monto ejecutado representa el 33%, según informes de la Secretaría de Finanzas. Las cuentas por pagar de la institución a diciembre de 2013 sumaban 103.6 millones de lempiras. El monto subió a 139.6 millones a julio de este año.
Los compromisos son con Finanzas, el Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (Banadesa) por la reserva estratégica del año 2008 y otras obligaciones con instituciones extranjeras, según los reportes financieros del Ihma.
Banasupro tampoco ha asegurado el abasto de granos y las sucursales se vuelven insuficientes para atender a cientos de personas que buscan diariamente adquirir los productos.
Al consultarlo sobre los fondos aprobados por el Congreso Nacional para aumentar la cantidad de centros, Ubaldo Cerrato, director de la entidad, dijo que, como el Gobierno no disponía de recursos, no les transfirió los fondos solicitados y solo recibieron tres camiones para utilizarlos como Banasupro móviles.
La idea de fusionar ambas instituciones en una sola es vista con buenos ojos por Cerrato porque así utilizarían las bodegas del Ihma y “dejaríamos de andar alquilando bodegas y ese dinero fortalecería la institución”.
Banasupro e Ihma tienen un acuerdo para comercializar granos, que permite pagar la producción cuando se vende al consumidor final.
