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Antisociales invaden las zonas costeras del Pacífico hondureño

  • 31 mayo 2017 /

Pandilleros montan improvisados campamentos en donde se refugian, según constataron pescadores.

Tegucigalpa, Honduras.

Los pescadores del Golfo de Fonseca se enfrentan a un nuevo peligro: las pandillas salvadoreñas.

Las extensas hectáreas de bosque de mangle de la zona fronteriza con El Salvador, en el Golfo de Fonseca, están siendo refugios de antisociales, quienes luego de cometer fechorías se internan en el área boscosa.

El actuar de las pandillas ha sido revelado por los pescadores a organizaciones que trabajan en la protección del Golfo de Fonseca y estos a su vez lo han exteriorizado a la comunidad hondureña.

Los primeros indicios comenzaron a presentarse a inicio de año cuando los pescadores, durante su faena, identificaron nuevos escombros en el bosque de mangle, en la zona protegida de la bahía de Chismuyo, específicamente en la jurisdicción del municipio de Alianza en Valle. Los daños en el mangle motivaron a los pobladores de esta zona a pedir que instituciones como el Comité para la Defensa y Desarrollo de la Flora y Fauna del Golfo de Fonseca (Coddeffagolf) conociera del hecho.

Los esteros de Llano Largo, Mazacuatosa y la playa de El Pecho, en Alianza, son los sectores donde más se ha identificado deforestación.

Saúl Montúfar, miembro de Coddeffagolf, explicó que se estará implementando la tecnología de drones para vigilar las zonas afectadas.

Amadero Pesquera, mayor del 11 batallón de Infantería, anunció que se reforzarán los operativos en la zona costera, donde también se cuenta con un destacamento militar conformado por más de 10 elementos. En algunas de las zonas descombradas los pescadores han encontrado improvisados refugios y alimentos.