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Más de L71,400 millones han invertido en renovables

  • 10 agosto 2017 /

Doce proyectos estratégicos en fase de ejecución y valorados en 300 millones de dólares están amenazados por ambientalistas, etnias y defensores de DDHH.

Tegucigalpa, Honduras.

Inversiones por más de 3,000 millones de dólares, que representaron alrededor de 71,400 millones de lempiras, dejaron a la economía de Honduras en los últimos 18 años la industria de la energía renovable, sin contar los beneficios por la reconversión de la matriz energética del país.

Hasta 2011 y 2012, la matriz energética correspondía a un 30% de fuentes renovables y el 70% a producción de energía térmica generada con búnker o diésel; sin embargo, en lo que va de 2017 esa tendencia se revirtió positivamente al alcanzar un histórico 58% de generación renovable y 42% térmica.

Ese cambio representó para la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) un ahorro de más de 2,000 millones de lempiras, y para el país en general, unos 4,000 millones en divisas por la reducción en las importaciones de al menos 100 millones de galones de búnker para las plantas térmicas, de acuerdo con datos proporcionados por la Asociación Hondureña de Energía Renovable (Aher).

5,000
Megavatios
Es el potencial hidroeléctrico de Honduras, pero hasta ahora solamente se han podido desarrollar alrededor de 700 megavatios, según Olade.
Se estima que en 2016, Honduras alcanzó un ahorro de 222.4 millones de dólares, alrededor de 5,300 millones de lempiras, al haber evitado producir con energía térmica 4.5 millones de megavatios hora de potencia que la Enee compró a plantas y proyectos impulsados con recursos renovables, explicó Luis Fernando Suazo, experto en materia energética.

Potencia

Actualmente, el sistema eléctrico de Honduras dispone de 2,200 megavatios de potencia instalados, de los cuales 1,047 megavatios provienen de fuentes renovables, distribuidas en 25% hidroeléctrica, 18% biomasa, 18% eólica y 39% solar.

Del total de la energía renovable que se produce en el país, el 75% es de origen privado, incluyendo tecnologías hidroeléctricas, solares, biomasa y eólicos, y el restante 25% corresponde a proyectos públicos como el embalse El Cajón, El Níspero, Cañaveral, entre otros.

Entre 2010 y 2014, el sector renovable privado logró invertir un total de 605 millones dólares; es decir, 15,489 millones de lempiras en nuevos proyectos.

Datos oficiales indican que solamente en los parques solares construidos en la zona sur del país se invirtieron más de 22,000 millones de lempiras con participación de corporaciones, organismos e instituciones financieras de EUA, España, México, Noruega y China.

1,047
Megavatios
Es la capacidad instalada que tienen los proyectos de energía renovable hidroeléctricos, biomasa, eólicos y de energía solar en operaciones en el país.
Por otro lado, este sector creó un poco más de 15,000 empleos directos y 10,000 indirectos mediante la construcción y operación de nuevos proyectos renovables, especialmente en zonas remotas y rurales de difícil acceso. Asimismo, realizó fuertes inversiones en protección de cuencas y bosques de las comunidades en donde operan los embalses hidroeléctricos.

Preocupación

Elsia Paz Macías, representante de Energy Solutions Partners y presidenta de la Aher, destacó los beneficios económicos y sociales que ha dejado esta industria en los últimos 20 años en el país, pero lamentó que últimamente existe una campaña contra el sector.

Según entendidos en el tema, esta campaña proviene de movimientos locales ilegales que reciben fondos de organizaciones internacionales como Oxfam, Amnistía Internacional, Trocaire, desviando su uso para atemorizar a los habitantes de las comunidades que apoyan los proyectos renovables.

Estos movimientos, aseguran, han hecho su medio de vida mediante la creación de crisis donde no la existe para agenciarse de fondos de estas ONG, afectando así el desarrollo de las comunidades donde se construyen estos proyectos.

“Afortunadamente, las comunidades se están defendiendo valientemente contra estos movimientos para lograr que los proyectos se desarrollen, muchos de los cuales están avanzando con éxito”, dijo Paz Macías.

Las comunidades y los desarrolladores han estado urgiendo a los operadores de justicia para que se haga prevalecer, con extrema urgencia, el Estado de derecho y la seguridad jurídica, de forma tal que la gente pueda tener acceso a trabajos dignos para una mejor calidad de vida, lo cual representa uno de los derechos humanos más trascendentales.

Estos movimientos han venido teniendo acciones en departamentos como Yoro, Atlántida, Santa Bárbara, La Paz, Intibucá, Francisco Morazán, Choluteca, Valle, Olancho y Cortés.

Jesús Mejía, gerente de la Enee, destacó la importancia de este sector en la reconversión de la matriz energética, puesto que actualmente la potencia disponible es 60% renovable y 40% térmica; sin embargo, en generación eléctrica están equiparadas en un 50%.

Mejía reconoció que en este momento el valor del kilovatio hora de la energía renovable es más alto que la térmica, debido al desplome del precio del barril de búnker en el mercado internacional, pero puede ocurrir que en el futuro eso se revierta y que la electricidad producida con fósiles vuelva al alza.

Lamentó que hay proyectos paralizados por la oposición sin fundamento que existe por parte de estos grupos. Agregó que esto afecta el desarrollo del país y la edificación de nuevas obras en este campo.