Tegucigalpa, Honduras.
Desde la noche del lunes, la operación Arpía III comenzó a gestarse. La masiva movilización de privados de libertad de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto en Támara a La Tolva en Morocelí, El Paraíso, inició cerca de las 3:00 am de ayer, cuando más de 3,000 elementos empezaron el operativo, vigilado por tierra y aire.
Tal y como lo señaló LA PRENSA el lunes, La Tolva ya estaba lista y esa misma noche las autoridades gubernamentales iniciaron con el traslado de un total de 773 reos, según cifras oficiales del Gobierno, la mayoría pertenecientes al grupo delictivo de la pandilla 18 y de la Mara Salvatrucha, asociaciones ilícitas que han seguido delinquiendo desde las cárceles hondureñas.
A las 6:10 am, en su Twitter, el presidente de Honduras Juan Orlando Hernández anunció el inicio del operativo “con el objetivo de asegurar las instalaciones y reclusos del centro penal de Támara. Operación continúa esta mañana”.
Tras el anuncio, los parientes de los presos se aglomeraron en las cercanías de la Penitenciaría; sin embargo, la presencia militar y policial fue tanta que no lograron acercarse.
Asegurando instalaciones
Por años, los centros penales de Honduras han sido ingobernables por la numerosa presencia de miembros de pandillas, especialmente de la 18 y la MS.
A las 6:47 am, Hernández informaba que el aseguramiento de las instalaciones era un hecho y que la inspección había comenzado.
Los golpes de toletes en las puertas y barrotes terminaron de despertar de forma inesperada a los miembros de las maras y pandillas.
Desde la noche del lunes, la operación Arpía III comenzó a gestarse. La masiva movilización de privados de libertad de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto en Támara a La Tolva en Morocelí, El Paraíso, inició cerca de las 3:00 am de ayer, cuando más de 3,000 elementos empezaron el operativo, vigilado por tierra y aire.
Tal y como lo señaló LA PRENSA el lunes, La Tolva ya estaba lista y esa misma noche las autoridades gubernamentales iniciaron con el traslado de un total de 773 reos, según cifras oficiales del Gobierno, la mayoría pertenecientes al grupo delictivo de la pandilla 18 y de la Mara Salvatrucha, asociaciones ilícitas que han seguido delinquiendo desde las cárceles hondureñas.
A las 6:10 am, en su Twitter, el presidente de Honduras Juan Orlando Hernández anunció el inicio del operativo “con el objetivo de asegurar las instalaciones y reclusos del centro penal de Támara. Operación continúa esta mañana”.
| El presidente Juan Orlando Hernández supervisó el operativo.
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Asegurando instalaciones
Por años, los centros penales de Honduras han sido ingobernables por la numerosa presencia de miembros de pandillas, especialmente de la 18 y la MS.
A las 6:47 am, Hernández informaba que el aseguramiento de las instalaciones era un hecho y que la inspección había comenzado.
Los golpes de toletes en las puertas y barrotes terminaron de despertar de forma inesperada a los miembros de las maras y pandillas.
El objetivo de intervención y posicionamiento eran los módulos Escorpión (habitado por la 18) y La Maquila (ocupado por la MS).
“Arpía III en curso. Asegurando e inspección de reclusos en Támara. Operación continúa”, fue el segundo anuncio del Presidente, en el que compartió un breve video en el que se veía a miembros de la Policía Militar del Orden Público revisando a cada presidiario y despojándolos de los accesorios que llevaban puestos en ese momento como relojes, aretes y hasta billeteras.
A las 7:15 am, los escogidos para ser trasladados del módulo Escorpión en su totalidad fueron puestos en fila en una cancha mientras se les realizaba el registro y la entrega de un uniforme naranja que desde ahora portarán en La Tolva.
Envíos
A las 8:32 am, el primer convoy con privados de libertad salió de la Penitenciaría Nacional con rumbo desconocido. Los retenes de seguridad fueron instalados en varios puntos entre la CA-5 y Tegucigalpa. También en la salida hacia el oriente, lo que de inmediato orientó que los prisioneros serían llevados a la cárcel de máxima seguridad en Morocelí, El Paraíso.
Esta cárcel es la segunda de máxima seguridad que se habilita en el gobierno de Hernández. Está ubicada a unos 70 kilómetros hacia el oriente de Tegucigalpa. Tiene capacidad para 1,300 presos y cuenta con módulos de alta peligrosidad al igual que El Pozo en Ilama, Santa Bárbara.
“Inició el traslado de privados de libertad para El Pozo II. Más de 3,000 efectivos, 245 vehículos terrestres, cinco aeronaves trabajan en la operación Arpía III. Seguimos luchando por recuperar la paz y la tranquilidad”, informaba el mandatario desde su cuenta oficial mientras seguía el operativo desde la Dirección de Inteligencia del Estado.
En comandos del Ejército los presos fueron transportados en un operativo de seguridad bajo estrictas medidas.
Casa Presidencial informó que centenares de mareros y pandilleros fueron trasladados en una operación exitosa, lo que permitió que el Presidente aprobara más traslados que no estaban planificados para ayer.
“Aprovechando la capacidad logística desplegada y las condiciones de hoy instruí a líderes de la operación Arpía III a adelantar más traslados”, comentó Hernández.
Horas después especificó que fueron 119 reos ubicados en otros recintos los que también fueron enviados a La Tolva.
A eso de las 2:00 pm, los 773 ya eran los nuevos “inquilinos” de El Pozo 2.
Seguridad
Los 33 kilómetros que hay entre la Penitenciaría y Tegucigalpa estuvieron vigilados por autoridades durante el operativo. Lo mismo sucedió con el trayecto de la capital hacia Morocelí. “Se colocaron cinco anillos de seguridad y cordones en un recorrido de aproximadamente 100 kilómetros. La operación fue comandada por el propio presidente Hernández desde un centro de comando, el que inició la noche del lunes 15 de mayo con el fin de asegurar las instalaciones y a toda la población penitenciaria”, explicó Casa Presidencial.
Indicaron que en horas de la madrugada de ayer los reclusos comenzaron a ser sacados de los módulos desde donde continuaban delinquiendo, según las autoridades.
Los principales delitos que se efectúan desde las cárceles hondureñas como la Penitenciaría son la extorsión y crímenes de alto impacto.
Los primeros dos operativos Arpía se desarrollaron con el traslado de varios privados de libertad desde la PN y el centro penal de San Pedro Sula a El Pozo.
Arpía III habilita oficialmente la operatividad de La Tolva.
