Tegucigalpa, Honduras.
El interés de los movimientos por garantizar posiciones de cargos de elección popular que pasan por la aprobación de la Asamblea Nacional es parte del trasfondo de la crisis que envuelve al Partido Anticorrupción (PAC), liderado por Salvador Nasralla.
Las corrientes que se mantienen confrontadas saben que si no tienen los suficientes delegados en la Asamblea Nacional difícilmente lograrán alcanzar candidaturas a diputados o alcaldes, dijo una fuente cercana a este partido de oposición.
La Asamblea Nacional la forman 36 delegados -18 propietarios y 18 suplentes- y se instalará días posteriores a las elecciones internas, que ha centrado la polémica del partido porque será en este proceso donde se escogerán a los representantes de corrientes en el encuentro nacional.
La Asamblea Nacional tomará, entre otras, las siguientes determinaciones: elegirá a las autoridades centrales del Partido (Consejo Nacional), al Tribunal de Honor, al candidato presidencial, candidatos a alcaldes y diputados. Además, autorizará al partido a suscribir una alianza con los partidos Libre y Pinu.
Respecto al caso del diputado Walter Banegas, este mantiene su discurso centrado en la necesidad de “garantizar la participación y la estabilidad política del partido”.
La diputada Marlene Alvarenga pretende ser la candidata presidencial, posición que lograría si tiene la mayoría de delegados en la asamblea nacional, de ahí su interés porque se inscriban nueve corrientes afines a su movimiento.
Fátima Mena y Rafael Padilla, que en su momento estuvieron distanciados con Nasralla, llegaron a la conclusión de que este político será el gran elector que arrastrará el voto en plancha y terminaron reincorporándose al Consejo Nacional, previa negociación de cargos de elección.
El interés de los movimientos por garantizar posiciones de cargos de elección popular que pasan por la aprobación de la Asamblea Nacional es parte del trasfondo de la crisis que envuelve al Partido Anticorrupción (PAC), liderado por Salvador Nasralla.
Las corrientes que se mantienen confrontadas saben que si no tienen los suficientes delegados en la Asamblea Nacional difícilmente lograrán alcanzar candidaturas a diputados o alcaldes, dijo una fuente cercana a este partido de oposición.
La Asamblea Nacional la forman 36 delegados -18 propietarios y 18 suplentes- y se instalará días posteriores a las elecciones internas, que ha centrado la polémica del partido porque será en este proceso donde se escogerán a los representantes de corrientes en el encuentro nacional.
La Asamblea Nacional tomará, entre otras, las siguientes determinaciones: elegirá a las autoridades centrales del Partido (Consejo Nacional), al Tribunal de Honor, al candidato presidencial, candidatos a alcaldes y diputados. Además, autorizará al partido a suscribir una alianza con los partidos Libre y Pinu.
Respecto al caso del diputado Walter Banegas, este mantiene su discurso centrado en la necesidad de “garantizar la participación y la estabilidad política del partido”.
La diputada Marlene Alvarenga pretende ser la candidata presidencial, posición que lograría si tiene la mayoría de delegados en la asamblea nacional, de ahí su interés porque se inscriban nueve corrientes afines a su movimiento.
Fátima Mena y Rafael Padilla, que en su momento estuvieron distanciados con Nasralla, llegaron a la conclusión de que este político será el gran elector que arrastrará el voto en plancha y terminaron reincorporándose al Consejo Nacional, previa negociación de cargos de elección.