San Pedro Sula, Honduras.
Casi dos años han transcurrido desde aquel infortunado 4 de abril en el que Heidy Waleska Hernández (28 años) perdió sus extremidades inferiores a manos de su pareja sentimental.
Tras verse con sus pies cercenados Heidy creyó que su mundo se acababa y que jamás la vida volvería a sonreirle. Hubo momentos en los que incluso pensó que hubiese sido mejor haber muerto.
Aceptar su nueva condición no fue tarea fácil para la sampedrana, razón por la que asistió por varios meses a terapia psicológica, hasta que con el tiempo dijo haber entendido que “no hay mejor psicólogo que uno mismo”.
Fue así como decidió dar vuelta a la página y comenzar a escribir una nueva historia en la que sería conocida por sus triunfos.
“ La vida sigue y tengo tres hijos por los cuales luchar. No tendré ya mis pies, pero sí deseos de salir adelante. Si uno se aferra a una silla, sin hacer siquiera un mínimo esfuerzo la mente se estanca y no piensa nada bueno”, expresó la joven.
Superación
Las ganas de demostrarle a las personas que los límites y barreras existen solo en la mente hicieron que Heidy decidiera aprender a fabricar bisutería, oficio que la llevó a participar en el Bazar del Sábado en Expocentro. Estuvo ahí por varias semanas y aseguró que a sus clientes les gustaba mucho lo que producía.
En el lugar conoció a una mujer a quien ella considera un ángel enviado por Dios, Maritza Soto de Lara, presidenta y fundadora de Grupo Mac Del.
Ella le propuso trabajar en una de las sucursales de la empresa, y fue así como desde hace cinco meses labora en la compañía como cajera y en el área de atención al cliente. “Me siento bien aquí, mis compañeros son personas que me han respetado desde el primer momento y han sabido darme mi lugar”, manifestó Hernández.
Apoyo
El caso de Heidy causó conmoción en el país, por lo que muchos mostraron su solidaridad con la también madre de familia.
A través de las autoridades del hospital Mario Rivas y la fundación Teletón se logró conseguir la prótesis de su pierna derecha y en pocos meses recibirá la otra.
Además, la Fundación para el Desarrollo de la Vivienda le regaló una casa donde ella habita con sus hijos. Su aspiración es ser doctora, por lo que espera ingresar a la universidad más adelante, pero en breve tiene planes de iniciar con los cursos de primeros auxilios de la Cruz Roja para formar parte del equipo de socorristas voluntarios.
A las mujeres que son maltratadas por sus parejas les envía un mensaje y les pide que denuncien y no esperen a que les suceda algo parecido a lo que ella vivió.
Casi dos años han transcurrido desde aquel infortunado 4 de abril en el que Heidy Waleska Hernández (28 años) perdió sus extremidades inferiores a manos de su pareja sentimental.
Tras verse con sus pies cercenados Heidy creyó que su mundo se acababa y que jamás la vida volvería a sonreirle. Hubo momentos en los que incluso pensó que hubiese sido mejor haber muerto.
Aceptar su nueva condición no fue tarea fácil para la sampedrana, razón por la que asistió por varios meses a terapia psicológica, hasta que con el tiempo dijo haber entendido que “no hay mejor psicólogo que uno mismo”.
Fue así como decidió dar vuelta a la página y comenzar a escribir una nueva historia en la que sería conocida por sus triunfos.
“ La vida sigue y tengo tres hijos por los cuales luchar. No tendré ya mis pies, pero sí deseos de salir adelante. Si uno se aferra a una silla, sin hacer siquiera un mínimo esfuerzo la mente se estanca y no piensa nada bueno”, expresó la joven.
| A sus 29 años, la joven madre de tres hijos aspira a convertirse en doctora.
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Las ganas de demostrarle a las personas que los límites y barreras existen solo en la mente hicieron que Heidy decidiera aprender a fabricar bisutería, oficio que la llevó a participar en el Bazar del Sábado en Expocentro. Estuvo ahí por varias semanas y aseguró que a sus clientes les gustaba mucho lo que producía.
En el lugar conoció a una mujer a quien ella considera un ángel enviado por Dios, Maritza Soto de Lara, presidenta y fundadora de Grupo Mac Del.
Ella le propuso trabajar en una de las sucursales de la empresa, y fue así como desde hace cinco meses labora en la compañía como cajera y en el área de atención al cliente. “Me siento bien aquí, mis compañeros son personas que me han respetado desde el primer momento y han sabido darme mi lugar”, manifestó Hernández.
| Así permaneció Heidy por varias semanas desde su amputación.
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El caso de Heidy causó conmoción en el país, por lo que muchos mostraron su solidaridad con la también madre de familia.
A través de las autoridades del hospital Mario Rivas y la fundación Teletón se logró conseguir la prótesis de su pierna derecha y en pocos meses recibirá la otra.
Además, la Fundación para el Desarrollo de la Vivienda le regaló una casa donde ella habita con sus hijos. Su aspiración es ser doctora, por lo que espera ingresar a la universidad más adelante, pero en breve tiene planes de iniciar con los cursos de primeros auxilios de la Cruz Roja para formar parte del equipo de socorristas voluntarios.
A las mujeres que son maltratadas por sus parejas les envía un mensaje y les pide que denuncien y no esperen a que les suceda algo parecido a lo que ella vivió.
