Tegucigalpa, Honduras
El Registro Nacional de las Personas (RNP) finalizó con éxito el censo en las principales ciudades de Estados Unidos.
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El padrón pasó de 28,000 a 46,000 hondureños habilitados para votar en las próximas elecciones generales del 24 de noviembre.
David Matamoros Batson, presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), informó que además se aumentó una ciudad más para los centros de votación en EUA. “Vamos a poner un centro de votación en Atlanta en el estado de Georgia, ya que el RNP hizo brigadas y logró documentar solo en esta ciudad a cerca de dos mil hondureños, por lo que tuvimos que agregarla”, manifestó Matamoros. Las ciudades habilitadas con centros de votación para elegir al nuevo presidente de Honduras son Miami, Nueva York, Chicago, Houston, Los ángeles, Nueva Orleans y ahora Atlanta. El magistrado recordó que los hondureños habilitados a votar en el extranjero pueden hacerlo en cualquiera de las ciudades antes mencionadas, ya que el censo no es cerrado.
Otro número
Gerardo Martínez, subdirector del Registro Nacional de las Personas (RNP), informó que son más de 60,000 hondureños los que están habilitados para votar en Estados Unidos en las elecciones generales de noviembre.
La cifra difiere por 14 mil hondureños a la ofrecida por Matamoros Batson.
De acuerdo con las autoridades del RNP, se estima que alrededor de un millón de compatriotas residen en Estados Unidos, pero solo algunos arreglan papeles para participar en las elecciones.
Martínez manifestó que “lastimosamente el hondureño es muy temeroso”, esto debido al miedo de ser deportados; aunque esto no sea así, no recurren al registro o al consulado.
El voto en el exterior se viene impulsando desde 2001.
Durante ese año fueron a votar 4,300 hondureños; en 2005 solo asistieron mil; mientras que en 2009 se sumaron 6,500 votantes y para 2013 ya se integraron al padrón electoral 4,600 nuevos electores.
En los últimos tres procesos, en total solo se contabilizan 11,800 asistencias a las urnas.
Al menos 10 millones de lempiras le han costado al Estado los últimos tres procesos electorales que se han desarrollado en el extranjero, específicamente en Estados Unidos, según TSE, con una mínima asistencia de votantes.
