Según un reporte del Banco Central de Honduras (BCH), la gasolina es el combustible que más se importa en Honduras, con 8,045,014 barriles (42 galones por barril), superando los 7,857,431 barriles de diésel.
En 2021 se importaron 7.2 millones de barriles de gasolinas, con una participación de 62.59% de la superior (4.5 millones de barriles) y 37.41% de regular (2.7 millones de barriles).
Para 2023, el BCH registró importaciones de ocho millones de barriles de gasolinas, representando la superior el 53.41% (4.3 millones de barriles) y 46.59% la regular (3.7 millones de barriles).
Esas cifras del Banco Central evidencian que el consumo de gasolina superior ha bajado de 4.5 a 4.3 millones de barriles en los últimos tres años, mientras que la demanda de regular ha subido de 2.7 a 3.7 millones de barriles.
De acuerdo con Saraí Silva, directora ejecutiva de la Asociación Hondureñas de Distribuidores de Productos del Petróleo (Ahdippe), el factor que más ha impactado en el país en el aumento del consumo de gasolina regular respecto a la superior es el precio.
En la presente semana el diferencial entre la gasolina superior (108.56 lempiras) y la regular (94.88 lempiras) es de 13.68 lempiras por galón en la capital de la República. En San Pedro Sula, la diferencia entre superior (105.83 lempiras) y regular (92.16 lempiras) es de 13.67 lempiras por galón.
Agrega que “cuando los precios van hacia al alza hay un comportamiento de traslado de consumo o de compra de combustible en las estaciones gasolineras y que ha sido mayor en la gasolina regular”. La gasolina superior registra entre 2021-2023 una caída de 4.4% en el consumo, mientras que la regular muestra un crecimiento de 37%.
Silva subraya que cuando las alzas de los carburantes son continuas, el consumidor busca una manera de tener un ahorro y lo alcanza migrando de la gasolina superior a la regular.
Octanaje
La Ahdippe, de acuerdo con su directora ejecutiva, ha venido proponiendo mejorar el octanaje de la gasolina regular, o sea pasar de 88 a 92 octanos rom. Agrega que la gasolina superior que se consume en el país es de 95 octanos.
Silva dice que la propuesta se fundamenta en análisis técnicos de la Ahdippe y que concluye que la mayoría del parque vehicular del país son unidades de nueva generación, requieren de un octanaje de 91 octanos y no de 88.
No obstante, la entrevistada reconoce que ese cambio a 91 octanos puede representar una diferencia de precios entre dos y tres lempiras, que resulta menor que los 13 de diferencia entre la gasolina superior y regular que se consume en la actualidad, que compensaría a los compradores de ese derivado del petróleo porque tendrían acceso a un refinado de mejor octanaje que se puede usar en la mayoría de los vehículos.
En 2023, según datos del BCH, se importaron 19.7 millones de barriles de carburantes de consumo popular (a excepción de búnker, que se compraron 7.1 millones de barriles), con una participación de la gasolina (que incluye superior y regular) de 40% y 39.5 del diesel.
