San Pedro Sula, Honduras.
Latinoamérica atraviesa por diferentes etapas de transición demográfica, que para algunos países representa una oportunidad de lograr crecimiento económico y desarrollo humano sostenible.
Según el consultor paraguayo Robert Cano, en el año 2045 siete de cada 10 hondureños serán potencialmente productivos. “Dar a los jóvenes salud, educación, alimentación y proyección es la clave para aprovechar este momento”, refiere el también economista en una entrevista concedida a LA PRENSA.
Lo anterior se engloba en el término bono demográfico, un fenómeno biológico que se da cuando el volumen de la población en edad de trabajar (entre 14 y 59 años), supera a la población dependiente.
Cano es del criterio que los gobiernos latinoamericanos no están conscientes de la oportunidad que tendrán en los próximos 35 años. “Existe una deuda importante en todos los países y debemos aprovechar esta ventaja. Esto para mí es un clamor que tiene que hacer la gente para que los gobiernos pongan atención a las inversiones en calidad de la educación”, considera el especialista, al tiempo de indicar que la población de jóvenes graduados de la secundaria en Honduras no alcanza el 50%.
Sin embargo, la proporción comenzará a revertirse en el año 2100, provocando que el 31% de la población sea de la tercera edad o jubilados, 15% menores y el 54% restante con capacidad productiva.
Latinoamérica atraviesa por diferentes etapas de transición demográfica, que para algunos países representa una oportunidad de lograr crecimiento económico y desarrollo humano sostenible.
Según el consultor paraguayo Robert Cano, en el año 2045 siete de cada 10 hondureños serán potencialmente productivos. “Dar a los jóvenes salud, educación, alimentación y proyección es la clave para aprovechar este momento”, refiere el también economista en una entrevista concedida a LA PRENSA.
Lo anterior se engloba en el término bono demográfico, un fenómeno biológico que se da cuando el volumen de la población en edad de trabajar (entre 14 y 59 años), supera a la población dependiente.
Cano es del criterio que los gobiernos latinoamericanos no están conscientes de la oportunidad que tendrán en los próximos 35 años. “Existe una deuda importante en todos los países y debemos aprovechar esta ventaja. Esto para mí es un clamor que tiene que hacer la gente para que los gobiernos pongan atención a las inversiones en calidad de la educación”, considera el especialista, al tiempo de indicar que la población de jóvenes graduados de la secundaria en Honduras no alcanza el 50%.
Sin embargo, la proporción comenzará a revertirse en el año 2100, provocando que el 31% de la población sea de la tercera edad o jubilados, 15% menores y el 54% restante con capacidad productiva.
“Esto pasa en todo el mundo, solo que en distintos ritmos y tiempos, dependiendo un poco de la cultura de cada población. Tenemos que entender que es una oportunidad única e irrepetible. Estamos viviendo un momento histórico”, reitera Cano.
Las discusiones sobre el bono demográfico cobraron relevancia la semana pasada durante el lanzamiento del quinto Informe Estado de la Región, que promovió el Icefi, la Sieca, la Universidad Rafael Landívar y otros organismos de América Latina.
El Informe llama a ampliar la cobertura, calidad y permanencia de la educación en la región centroamericana, con el fin de elevar la productividad de las economías.
