La extensa sequía ha provocado la pérdida del 50% de la producción de granos básicos y un sinnúmero de daños en diferentes tipos de cultivos. Por eso el Gobierno anunció que se invertirán $100 millones en la construcción de reservorios para garantizar la irrigación constante en las zonas más delicadas.
Muchos productores prepararon las tierras y sembraron pese a los pronósticos que señalaban que no llovería: lo perdieron todo.
La dependencia de lluvia es el talón de Aquiles de los productores hondureños. En el país solo el 5% del área cultivada cuenta con sistemas de riego; el 95% depende de las condiciones climáticas .
Juan Valladares, asesor de Prograno, dice que la situación es más drástica en el sector de granos básicos, adonde solo el 2% cuenta con algún tipo de sistema de irrigación.
“Ya no se puede seguir sembrando bajo condiciones de temporal. Llevamos dos años sufriendo y reportando grandes pérdidas por la sequía, influenciada por el Fenómeno de El Niño. Es necesario desarrollar programas de prevención, ya que está en juego la seguridad alimentaria del país”, enfatiza.
El experto asegura que los depósitos de agua son una solución eficaz para combatir la sequía y que incluso en las laderas se pueden implementar sistemas de riego dependientes de reservorios o lagunas.
Valladares calcula que hasta el momento las pérdidas de maíz blanco superan los cuatro millones de quintales y 300,000 quintales de arroz.
Menciona, por otro lado, que la producción de frijol todavía se puede lograr porque la mayoría se siembra en el ciclo de postrera, que deberá arrancar a finales de este mes. Según expertos, el período de sequía continuará y se agudizará el próximo año.
“La sequía llegó para quedarse . Lo único que podemos hacer es adaptarnos a las condiciones. Debemos cambiar nuestra forma de producción y cultivar variedades más resistentes”, sugiere Jorge Hernández Alcerro, ministro coordinador general del Gobierno.
Sistemas de mayor calidad
Este año las temperaturas fueron tan altas y hubo tan pocas lluvias que impidieron el buen funcionamiento de los sistemas de riego.
“Aunque contábamos con mecanismos de irrigación, no pudimos producir, ya que las lagunas, reservorios y ríos se evaporaron por completo ante la falta de lluvias.
Esto jamás había pasado antes, tuvimos un verano implacable. Hemos visto a los animales morir por la sequía”, lamenta Alexander Almendárez, miembro de la junta de regantes de agua Guangololo en Cane, La Paz.
Alden Rivera, ministro de Desarrollo Económico, dice que de los $250 millones destinados para atender los problemas de la sequía (donados por organismos internacionales con una contraparte del Gobierno), unos $100 millones serán dirigidos a la construcción de reservorios o espejos de agua.
El funcionario asegura que los proyectos que desarrollarán son más tecnificados, más profundos y con mejor estructura que los que hay en el país.
“Hasta ahora la mayoría de los recolectores de aguas que se han construido son artesanales, son muy pequeños. Los que vamos a desarrollar tienen una mejor estructura y mayor capacidad de almacenamiento. Serán diseñados y dirigidos por expertos de Israel”, detalla Rivera.
Con los proyectos se beneficiarán más de 50,000 familias distribuidas en Choluteca, Valle, La Paz, Francisco Morazán, Lempira, Intibucá, Ocotepeque, Copán y Santa Bárbara. En los últimos dos años, el Gobierno había destinado L25 millones en la construcción de 38 depósitos en varias zonas del país.
Jacobo Regalado, exministro de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), recomienda al Gobierno la implementación de un plan de emergencia que atienda tres puntos.
“Primero, es urgente atender con alimento a las personas impactadas por la sequía. Segundo, se deben redoblar los pasos de la construcción de reservorios de agua, y tercero es necesario comenzar una campaña de cuidado de las cuentas hídricas”, puntualiza.
Añade que hay programas de irrigación en marcha que necesitan acelerarse. Uno de ellos es del valle de Jamastrán, en El Paraíso, donde se van a irrigar cuatro mil hectáreas con el apoyo del Gobierno de India.
En 1,500 hectáreas en el valle Sulaco y Olomán, Yoro, el valor de la inversión ronda los L52 millones. Este proyecto es financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En Comayagua también hay proyectos de riego para San Sebastián y Selguapa.
